El COB encajó en Lugo su quinta derrota de la temporada y se ancla a la zona baja de la clasificación, aunque el engañoso reparto de partido por aplazamientos no lo refleje todavía. Con un balance de 2-5 sería colista del grupo con número próximos a Burgos, Melilla o Palencia.
Con dos meses ya de competición consumidos y solo un partido por disputar para que los ourensanos completen la primera vuelta ya se pueden sacar conclusiones importantes y reveladores del porqué de su mala clasificación.
1.- Las lesiones
El COB empezó la liga "regalando" un partido que tenía en la mano en Valladolid y que, pese al resultado final, invitaba a pensar en un equipo atractivo, equilibrado y competitivo. Antes del segundo partido se lesionó Arkeem Joseph, posteriormente le tocó a Mikel Úriz y Joán Tomás todavía esta de baja.
De los seis partidos disputados el primero fue el único en el que Gonzalo García de Vitoria pudo contar con todos sus jugadores. Un problema para el rendimiento en los partidos y para la progresión semanal que podrían estar lastrando al equipo.
2.- El físico en los interiores
Por primera vez el COB cuenta con cinco "pívots" con rol importante en el equipo. Muchos jugadores, pero deficiente rendimiento.
En el puesto de ala-pívot Álex Mazaira y Kevin van Wijk ni se equilibran ni reivindican un papel mucho más protagonista que el otro. Van Wijk tiene limitaciones para aportar en ataque y Mazaira no es capaz de mejorar un rendimiento defensivo alarmante. El ourensano llegó fuera de forma a la pretemporada y no está aprovechando la oportunidad de tener minutos importantes en LEB Oro.
Peor todavía llegaron Arkeem Joseph y Massine Fall. El norteamericano ha entrenado dos sesiones de las últimas 23 por un problema de tobillo y el senegalés parece tener problemas físico irrecuperables. Muy lejos de ser un jugador intimidador, duro y explosivo como pretendía tener el COB con su fichaje. En casi 90 minutos ha anotado una canasta.
Menzies es el más destacado de todos y no deja de ser un jugador "rookie", con limitaciones tácticas y muy débil defensivamente.
Un juego interior sin rebote, sin intimidación y sin capacidad para jugar cerca del aro. Entre todo el equipo suma un mate en lo que va de temporada.
3.- El físico en los exteriores
Sin ser tan grave como en la zona, pero el COB paga peaje contra la mayoría de los rivales por la falta de centímetros y músculo en el perímetro.
La falta de un "tres" con físico la trata de trampear Gonzalo García de Vitoria con Manu Vázquez. Un jugador que la liga pasada fue cedido en LEB Plata esta temporada es el alero titular. Las otras opciones son el debutante Diogo Brito, el lesionado Joán Tomás, que tampoco tiene en el físico su mejor virtud, o jugar con "pequeños" y ceder todavía más en esa parcela.
De largo es el equipo que menos balones recupera de toda la categoría (3,9), incluyendo los dos grupos.
4.- La experiencia
Djorde Dimitrijevic, Adonys Henríquez, Diogo Brito y Aaron Menzies. Arkeem Joseph, Álex Mazaira y Manu Vázquez no han tenido todavía peso alguno en la liga. Más de la mitad de la plantilla del COB trata de hacerse un hueco en una competición que siempre penaliza esa bisoñez.
5.- Intensidad
El COB no es capaz de mantener intensidad en su juego durante 40 minuto. Ante el Breogán perdía por 17 al descanso tras ceder 8 rebotes ofensivo en 12 minutos y el tercer cuarto, lejos de salir más intenso, lo empezó con: dos tiros cómodos a media distancia de Kevin Larsen, un corte sin defensa de Kacinas por el centro de la zona y un triple sin oposición de Salva Arco.
En las cinco derrotas que ha encajado el COB recibe 82,6 puntos por partido. Es la tercer la peor defensa del grupo solo por delante de Melilla y Burgos.
6.- El banquillo
Gonzalo García de Vitoria quería un juego interior con intimidación, físico y defensa y se centró en fichar a Joey van Zegeren. Acabó fichando a Arkeem Joseph, que lleva cero tapones y cero mates en lo que va de liga.
El técnico ha apostado por proyectos en los se concentran los minutos en siete u ocho jugadores y un quinteto titular fijo e inamovible. Esta temporada sorprende repartiendo los minutos con rotaciones cortas entre los 12 jugadores y sigue dando vueltas a un quintero todavía indescifrable.
Seguro que es el aval al que se agarra la mayoría de la afición para pensar en un final positivo, tiene crédito y galones para decidir en un club que si tiene estabilidad es en parte gracias a él, pero esta temporada cuesta reconocer a un COB menos "de autor" que nunca. Además se ha quedado sin una pieza básica. Miguel González dejó el equipo hace un mes y el club sigue sin entrenador ayudante.
7.- La ambición
¿A qué quiere aspirar el COB esta temporada? ¿Y la anterior a qué aspiraba?
