BALONCESTO / LEB ORO

Pedro Rivero aumenta su leyenda

Palma Air Europa-Ourense
photo_camera Rivero y Rejón en un ataque contra el Palma.

El base anotó una canasta sobre la bocina para dar la victoria en la prórroga a un COB muy superior en juego e implicación al Palma Air Europa

Demostración de orgullo la de un COB que confirmó tener sangre tras la estocada de la pasada jornada. Los ourensanos enseñaron en Mallorca los motivos por los que todavía transitan con comodidad por un liga en la que tienen menos experiencia y recursos que la mayoría de rivales. Ante el Palma cayó la novena victoria de la temporada y, lo más importante rompió una mala dinámica y erradicó dudas sobre su implicación. Llegará o no a puestos de play off pero está claro que lo va a intentar.

El Palma también mostró sus cartas. No está muy por debajo de las expectativas por casualidad. Talento individual en tres jugadores y poco mas. Como equipo, muy discreto.
Rivero y Rejón se bastaron para mantener siempre a raya a los locales. El base disparó a su equipo en sus tres momentos de calentura. El pívot condicionó el partido cada vez que estuvo en pista.
Cada vez que se sumaron ayudantes el COB mandó en el marcador. Zamora se peleó con el aro pero en los minutos importantes apareció para ser decisivo. Barreiro, Rowley y Salash pusieron sus granitos de arena y Kapelan no necesitó de mucho para hacer bastante. El canadiense tiene tal facilidad anotadora que se fue a los 15 puntos sin que nadie se diese cuenta.

Pero lo mejor del COB estuvo en la suma. Ahí es donde marcó la diferencia entre dos rivales antagónicos. Ganó el equipo sobre la plantilla. Los locales dieron arreones sin continuidad y evitaron el descabello prematuro con un 17-2 en el último cuarto y luego con un palmeo de Guillén a medias entre su oportunismo y una mala defensa visitante. Llegaron a la prórroga mirando al cielo.

La prórroga
Y ahí se giró la moneda pero de nuevo con mérito del COB para incidir en ese sino. Tuvieron los de García de Vitoria atrevimiento para superar el palo recibido y llevar el partido de nuevo al cara o cruz. 
Para salir del túnel Uriz encontró una alfombra roja y el partido se quedó a un segundo con un punto de ventaja para los locales. Tiempo muerto y pizarra.

El último tiro estaba cantado. Rivero ya había anotado un canastón en el tiempo reglamentario que debiera valer el partido y tuvo la oportunidad de repetir protagonismo. Tiempo suficiente para un jugador al que toca saborear despacio porque tardará en regresar algo parecido por el Pazo. No importa las manos que tenga delante mientras el techo sea algo. Calcó el tiro de Logroño y dejó en silencio al pabellón. Una canasta de justicia para un rival indolente y para un equipo desafiante a las críticas.

El COB hizo el trabajo y Pedro Rivero lo puso en valor. Un jugador de otro nivel en un club de otra categoría.

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