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Perdón a mis lectores

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Queridos lectores, debo pedirles perdón porque parece ser que Les Luthiers “están hasta la coronilla de desmentir las dichosas frases, que NO son suyas, salvo una”, a lo que hay que sumarle “solo era cuestión de ejercer de periodista, que es a lo que se supone que te dedicas”. Esta crítica a mi columna de hace unos días por parte de C.T. (prefiero poner las iniciales no vaya a ser que Carlos Taberner no quiera que lo nombre) apareció en una de mis redes sociales, donde copio el link de la publicación para “disfrute” de mis amigos que no viven en Ourense.

Debo reconocer que no sé como le llegó a C.T., porque ni lo tengo agregado, ni se supone que tenemos amigos en común. Pero el caso es que le llegó, la leyó y, según su vasto conocimiento sobre Les Luthiers, maté a cuatro gatitos otorgándoles la autoría de tan ingeniosas frases. Después de esto, he investigado en internet sobre el tema y no he encontrado nada de ese desmentido.

Le expliqué a este “amable” lector que no soy periodista ni lo pretendo ser y que lo único que hacía era escribir una columna de opinión en un periódico de Ourense, a petición de ellos y de manera totalmente altruista. También le agradecí demostrarme que esta pandemia no nos va a cambiar, seguimos criticando desde el desconocimiento.

Seguimos intercambiando opiniones, y él insistía en que había cometido un error grave y que tenía que ir corriendo a la redacción (claro, y me chimpan 600 euros de multa) para pedir perdón a los lectores, a él, al niñito Jesús y a Marta López. También me aclaró que estaba “muy irritable y susceptible”, algo que ni me había dado cuenta… pero que me tuve que chupar yo como aperitivo del domingo.

Por todo ello y antes de seguir defraudando a mi selecto grupo de lectores, debo reconocer que: Springsteen no estuvo haciendo una tortilla de patata conmigo, nunca me coge el teléfono el juez de pista de Roland Garros, no visto una pashmina rosa glamourosa y Erte Lugarezaresti no jugará en el Athletic. Pero lo que sí que sigue siendo real es que es acojonante que los dinosaurios se extinguieran antes que nosotros.

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