Hoy he querido hacer una columna de investigación sobre las inquietudes de la gente en estos catorce días de confinamiento. Para ello me he sumergido en la infinidad de mensajes que he recibido de los diferentes grupos en los que estoy suscrito y la conclusión a la que he llegado es que la familia, la alimentación y la salud son las mayores preocupaciones que tenemos.
Es evidente que las relaciones familiares están siendo fortalecidas por esta pandemia y el compartir más tiempo con nuestra pareja e hijos es la parte más positiva de lo que estamos viviendo. Así lo demuestran mensajes como los que aquí copio:
“Ya me urge que se termine esta cuarentena porque me estoy volviendo amigo de mi mujer y casi le cuento que tengo 2 novias”.
“Anoche, mientras mi hijo pequeño dormía, entré en su habitación, lo arropé, lo miré, le di un beso y le susurré al oído … me tienes hasta los cojones”.
La alimentación, los supermercados y los problemas de abastecimiento han sido un tema muy manido:
“Cambio bandeja de pollo del Mercadona por Audi A3. Sólo ofertas serias”
“Imagínate si cierran los supermercados. Tendremos que salir a cazar para comer y yo no sé dónde viven las croquetas.”
Lógicamente la salud es el mayor foco de atención estos días y todo el mundo permanece atento a la evolución de la medicina para vencer al virus:
“Me he hecho un test del coronavirus de los que ha comprado el gobierno y me ha salido niña”.
“La aplicación que me cuenta los pasos me acaba de preguntar si me he muerto”.
También están los que tienen la solidaridad a flor de piel y se preocupan por los más desfavorecidos:
“Todo nuestro apoyo a los casados en estos días de confinamiento. Los solteros y divorciados saldremos mañana a los balcones a las 22:00 a aplaudiros. Mucho ánimo, todo va a salir bien”.
“La que tiene que estar dando el niño del tambor de Got Talent”.
Por supuesto, el deporte siempre está presente en la sociedad como analgésico que alivia cualquier dolor y en nuestra ciudad y provincia hay un equipo referente que representa a todos y los inunda de constantes alegrías:
“A lo tonto a lo tonto el COB lleva tres semanas sin perder”.
