Gonzalo García de Vitoria, entrenador del COB, analiza su trayectoria en la LEB Oro tras cumplir el pasado viernes 300 partidos en la competición
Estaba saliendo del cine y me llamaron. Lo recuerdo perfectamente. Al día siguiente estaba saliendo a las cinco de la mañana para Burgos. Ahí es donde empezó todo". Así relata Gonzalo García de Vitoria su inicio en la LEB Oro. De aquello hace poco más de 10 años y el ahora entrenador del COB tiene en su currículum 300 partidos en la segunda categoría del baloncesto español.
Burgos, Melilla y Ourense, esos han sido sus clubes en una liga que lo reconoce como uno de los entrenadores de referencia. Ganador de la Copa Príncipe (2010) con los norteafricanos y ascendido a la Liga ACB con el COB (2015).
Aunque su aventura en LEB empieza más cerca de casa, en Pozuelo: "Miguel Ángel Martín estaba buscando un ayudante para el Complutense. Me entrevisté con él una vez y ya no hubo más reuniones. ¿El primer partido? Contra el Murcia".
Maciej Lampe, Joe Alonso, Jaime Petterson o Andre Turner eran algunos de los jugadores que estuvieron a punto de llevar a un equipo universitario a la Liga ACB.
Lo de Burgos llegó tres años después: "Estaba entrenado al Guadalajara y me llamaron. Nadie quería ir porque faltaban 8 jornadas y estábamos a cuatro partidos de la permanencia. Hablé con la directiva del Guadalajara y me dijeron que no podía dejar escapar esa oportunidad". A la permanencia siguió un inicio de temporada complicado: "La semana de la primera jornada solo estaban cinco jugadores del primer equipo y uno de ellos gordo como una pelota por una lesión". Y añade: "El final no fue bueno, pero el recuerdo que tengo de Burgos sí y siempre que vuelvo me reciben con mucho cariño. Era un club que estaba haciendo bien las cosas y que estaba creciendo".
Rumbo a Melilla
"A Melilla fui porque insistió mucho Paco Olmos y fue un acierto. Aprendí mucho de él y luego me quedé yo", recuerda tras ser ayudante en su primer año. En 2009 asumió el reto de liderar un proyecto en el que "creo que crecimos todos yendo de la mano".
Deportivamente su trayectoria en Melilla no pudo empezar mejor: "Fue una temporada impresionante. El recuerdo de ganar la Copa Príncipe con el pabellón totalmente lleno es inolvidable y en el cuarto partido del play off contra el Burgos ya estábamos eliminados el último minuto y medio la afición estuvo en pie aplaudiéndonos".
Cuatro años después descendía a la LEB Plata: "Me sirvió para aprender mucho, para darme cuenta de muchas cosas que creo que han servido después, incluso ya al siguiente año".
Llegada a Ourense
Su siguiente parada ya fue donde "ahora tengo mi residencia y espero que siga siendo así. Ourense es donde he conseguido el caché como entrenador. Hemos crecido como club, hemos logrado el ascenso y estamos a punto de jugar el play off por tercer año consecutivo. Casi soy de aquí".
Llegó recomendado: "Salva Arco fue el que le habló de mí a Antonio Gavilanes. Recuerdo que estaba la opción de Curro Segura y luego, cuando parecía que iba a fichar yo, se paró todo por el accidente de Angrois".
Lo que vino después no necesita muchos datos en una ciudad que "es claramente baloncesto y que lo tiene todo para ser una referencia con este deporte. Aquí en los malos años hay mucha gente en el pabellón y se habla del COB en la calle. La directiva está trabajando muy duro y si tienen un poquito de apoyo volverán a pasar cosas grandes en Ourense".
