leb oro

No hay quien pare a este COB

Zamora, con el balón en el partido disputado en el Pazo.
photo_camera Zamora, con el balón en el partido disputado en el Pazo.

Una canasta del base Pepo Vidal sobre la bocina le dio a los ourensanos la victoria en Oviedo, la séptima en las ocho últimas jornadas de liga

OVIEDO 78 - 81 COB

El Río Ourense Termal llega al parón de la Copa Princesa como el equipo más en forma en la LEB Oro de los mortales. Esa competición que juegan 17 conjuntos y ya rota entre unos pocos que aspiran a salvarse y unos muchos a acompañar al Betis el año que viene en la Liga ACB. Encadena siete victorias en ocho jornadas y empieza a acostumbrarse a ganar también en las pistas más complicadas.

Acabó la primera vuelta volteando al Palencia gracias un parcial inicial demoledor (2-21). Este sábado repitió méritos ganando en Oviedo y remontando un 20-2 estremecedor en el segundo cuarto (41-26). El COB llegó a perder por 16 antes del descanso y ya estaba ganando en el segundo minuto del tercer cuarto con la naturalidad del que compite por costumbre.

Cuesta recordar un COB tan intenso y competitivo. Su nivel defensivo es por momentos impecable y en ataque es capaz de repartir el pastel sin envidias ni preferencias. Siempre juega bien.

Esta vez fue capaz de competir en ese nivel de exigencia con uno de los mejores equipos de liga. Ganó a un Oviedo que no perdía en su pista desde octubre y que defendía la segunda plaza. Una victoria para poner en la vitrina de la temporada.


Partido de mucha calidad


Los ourensanos fueron mejores dos cuartos, el primero y el tercero, y reaccionaron a tiempo en el segundo y en el cuarto.

Ott y Van Wijk dieron un paso adelante en ataque cuando más sonreían los locales. El escolta y el pívot dieron la vuelta de tuerca necesaria en defensa y permitieron al COB llegar con opciones a los últimos minutos. Rozitis recitó la tabla del dos en la segunda mitad hasta acabar con 12 puntos también clave.

En un partido de calidad y libertinaje a veces y también de ajedrez y pizarra. Una sucesión de golpes de calidad por momentos y de golpes a secas en otros. En ninguno de los dos escenarios desentonaron los de Gonzalo García de Vitoria. 

El Oviedo se fue al vestuario la primera vez con el miedo en el cuerpo. El del que ha visto a un muerto pasando por delante. La segunda vez con la mirada perdida tras ver como un tiro a tabla y con polémica te deja sin opción a réplica.


Jugadas definitivas


A minuto y medio del final la suerte le dio la cara para salvar un campo atrás, que no le pitarán una falta en ataque a Llorente y que un rebote le cayera en las manos a Arteaga. Pasó de tenerlo en chino a volver a acariciarlo (78-75). Pero el COB volvió a levantarse. Con un triplazo de Zamora, una gran defensa y una canasta final con esa pizca de fortuna que hace falta para sobresalir también en el deporte.

Una victoria para seguir presumiendo de equipo y de temporada. De un COB que está salvado del descenso con 13 jornadas por delante y que cada vez tiene más cerca su presencia en los play off de ascenso. Le pese a quien le pese. 

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