El COB recibe este sábado en el Pazo (19:00 horas) a un fijo en los puestos de play off de ascenso las últimas temporada. Un Oviedo al que dejó la campaña pasada en el camino a la Final Four, pero que ha jugado post temporada en cinco de sus seis campañas en la liga.
Este año le va a costar repetir entre los nueve mejores. Entre lesiones y fichajes que no respondieron a la expectativas, el Oviedo está teniendo muchos problemas para ganar partidos y mejorar sensaciones. Hasta ahora.
La victoria en la última jornada ante el Breogán podría ser el punto de inflexión en una liga que los tiene todavía peleando por la permanencia. Lastrado por un juego interior que ha jugado bajo mínimos en muchos momentos, pero también por un perímetro al que regresó Davis Geks y para el que se fichó a Jorge Sanz buscando los puntos y el criterio que nos tenían sus predecesores.
Los de dentro tienen coartada. Entre Oliver Arteaga, Matti Nuutinen y Devin Wright se han perdido 14 partidos en lo que va de liga. Un problema demoledor para cualquier equipo y más aún para una plantilla que no tiene un fondo de armario para presumir.
Rolandas Jakstas se han quedado como flotador de un juego interior que ha hecho agua en mucho momentos. Con todos preparados es otro equipo. Con Nuutinen abriendo el campo, Arteaga siendo referencia en el poste bajo y Wright como seguro de intensidad, defensa y rebote. José Blázquez, que era el quinto interior en la rotación, se ganó los minutos y la continuidad aprovechando las bajas. Con los pívots listos, el Oviedo es amenaza para cualquiera en esta liga y no debería tener problemas para evitar agobios.
Por fuera sí ha habido problemas de rendimiento. Tre Coggins tampoco ha funcionado en su segunda experiencia en la liga y Gunnar Olafsson pasó desapercibido. Tampoco tuvo rol Guim Expósito, que curiosamente está jugando más en el líder de la liga, el Valladolid.
Recompuso el puzzle el club con el fichaje de Jorge Sanz y el regreso de Davis Geks. El base aporta dirección y defensa, pero le faltan puntos. El escolta sí está teniendo la consistencia que faltaba en el juego exterior.
Muchos movimientos obligados o necesarios, pero que todavía necesitan poso para garantizar la consistencia de un Oviedo con el objetivo de desterrar definitivamente los miedos y las dudas que lo condicionaban hace solo dos semanas. Un rival para el COB mucho más peligroso de lo que dice la clasificación.
