El COB buscará ante el Cáceres la victoria que le concedería una permanencia que parecía imposible y le dé un paso a pelear por el play off de ascenso a la Liga ACB
El Río Ourense Termal bracea sin descanso desde hace semanas rumbo a una orilla que ya tiene a la vista. Esta noche (21:00 horas) puede certificar ante el Cáceres un objetivo virtualmente imposible hace menos de tres meses. El Pazo se pone guapo para un partido que podría dar rienda suelta a una fiesta merecida a partes iguales. Una cita inmejorable para que equipo y afición festejen la continuidad en una liga que permite historias como la que se disponen a firmar los ourensanos. Lograr la permanencia con siete jornadas de antelación es la realidad de un equipo que era colista, y distanciado, en Navidad y que puede estar en puestos de play off en Semana Santa.
Tras diez victorias en once jornadas y cinco consecutivas a la espalda, las probabilidades empiezan a jugar contra un COB que intentará prolongar la racha y evitar la trampa del Cáceres. Llegan los extremeños con la cruz roja bordada en las camisetas y argumentos irrefutables para llorar. Pero no lo hacen. Las lesiones han sido sus compañeras de viaje toda la temporada y con ellas tiene el play off a tiro y el respeto de toda la liga.
Su último fichaje, Will Saunders, no tiene segura su presencia en el partido, aunque ayer ya entrenó con el equipo. Falta resolver 'flecos' y que la Federación mire dos veces para otro lado en la misma semana. Posibles las dos opciones.
Si juega Saunders, el Cáceres ganará una rotación exterior y liberará a sus comodines de urgencia. Sergio Pérez, que no necesita presentación en el Pazo, podrá seguir haciendo un poco más de 'cuatro' y un poco menos de 'tres'. Su aportación es clave para un juego interior que debería dar ahora un paso adelante tras ser claramente actor de reparto durante toda la temporada. Pol Olivier podría dar más minutos de relevo a Corrales en el puesto de base y menos a Luis Parejo en el perímetro.
El desgaste
Que el Cáceres tendrá que estirar la manta está claro, pero quizá la clave esté en la tensión a la que lo obligue el COB. Si defiende como lo viene haciendo y juega en ataque con el criterio cada vez más habitual, el rendimiento del rival importará menos. Los ourensanos han llegado a un nivel de juego en el que puede dominar los partidos con solvencia y romperlos a poco que encuentran acierto en el tiro exterior.
Aunque no varíe el discurso habitual, sería lógico pensar en un COB que intente meterle alguna marcha más al partido y cargar todavía más el juego con los pares que considere más limitados. Que busque castigar a un Cáceres que debería pagar las bajas con el paso de los minutos.
Un escenario demasiado idílico para un Río Ourense Termal en el que es imposible no confiar y que asegura no admitir confianzas. Esa será otra de las claves.
