Una semana sin liga es tiempo suficiente para hacer tabla rasa a dos meses irregulares, fichar a un jugador y ceder a otro al que además se le ha hecho contrato para la próxima temporada. Queda claro que el COB no ha perdido el tiempo en el primer y único parón de esta temporada. Ahora toca saber si también le ha servido para apretar alguna tuerca y redibujar varios aspectos en la pizarra. Para dar ese pasito adelante que le faltó ante Almasa, Palencia o Alicante y lo sacó de golpe de la zona de confort de la liga y le ha abierto la puerta a las dudas.
El COB regresa a la rutina con ese objetivo prioritario de mejorarse. Lo consiga o no, otra historia es que le de para ganar esta noche (20:45 horas) en una pista donde no lo ha hecho nadie. Ganar en Valladolid resultada una empresa tan ambiciosa como complicada. Injusta si se le exigiese a un equipo que es verdad rinde mejor lejos del Pazo, pero hasta ahora incapaz de ganar a equipos de la zona a la que precisamente aspira.
De los diez partidos que ha jugado contra los ocho primeros clasificados ha hecho pleno, de derrotas. Visto así parece poco probable que la primera victoria llegue precisamente ante el líder y en una pista con cartel de privado.
Para hacerlo es obvio que deben mejorar los de Gonzalo García de Vitoria. La llegada de Txemi Urtasun debería ayudar a ello, pero tampoco parece factible que suponga un salto exagerado. Ni por tiempo de adaptación ni por los condicionantes de un fichaje que llega tras varios meses sin competir.
Nuevos roles
Urtasun tendrá minutos. Suena a relevo en el puesto de escolta y a Alfredo Ott como titular. El rol de Andrejz Pluta es el que ahora está en el aire. Una posición por la que se ha descosido hasta ahora el traje.
El COB necesita más continuidad en la aportación exterior. Independientemente del porcentaje y el número de aciertos en los triples que puedan sumar Edu Martínez y Connor Wood, hace falta algo más. Necesita generar más ventajas, llegar más al aro y dificultar algo más la defensa de sus referencias. Si Urtasun lo logra ya en su presentación, mejor que mejor. Que lo puede lograr a corto plazo no lo duda nadie. Muchas sumas individuales para ayudar a un colectivo que no debe caer en el error de dudar de todo lo bueno hecho hasta ahora. Mucho menos en partido tan exigentes.
Mantener el nivel de intensidad del Valladolid podría ser otra de las claves. No salirse del partido en esos cinco minutos o incluso un cuarto completo que le costó partidos recientemente. Aprovechar que tiene una profundidad de banquillo notable para ser más duro y consistente en todos los emparejamientos. Desde una puesto de base en el que el Valladolid va sobrado de jugadores y de recursos hasta una zona en la que Balaban, Sima y Serrano tienen que ser capaces de superar a un rival que baja mucho su defensa interior cuando Aboubacar está en el banquillo.
El COB no necesita un metamorfosis para pasar de ser competitivo a ganar este tipo de partidos, pero ha llegado a un punto de la temporada en la que también entran en juego la presión y las obligaciones. Por primera vez. Si no quiere pasar agobios debe empezar a sumar. Si quiere aspirar al play off de ascenso a la Liga ACB está obligado a hacerlo de inmediato.
Con la llegada de Urtasun a la plantilla, el COB se antoja un rival complicado para cualquiera, pero el bagaje de los dos últimos meses de competición ha dejado con escaso colchón el objetivo del club y obliga a ir ya a remolque para la meta que se ha marcado la plantilla.
Ganar en Valladolid supondría un empujón sobresaliente para el COB, más aún a las puertas de la "final" de la próxima semana en el Pazo ante el Cáceres. Ganar donde todavía no lo ha hecho nadie confirmaría, de golpe, que el COB está preparado para ser tan bueno como cualquiera.
P. Pisuerga, 20:45 horas.
