Siendo el verano amigo de la modernidad, y por tanto del mal gusto, sorprende su otra vertiente, la que tiende al reciclaje más extremo. Entre las gafas de espejos de colores, moda obligatoria este verano, y las camisetas de Naranjito, debe haber algún punto intermedio. Y es seguro que ese punto no se haya en los artefactos que integran esta lista, que transportan cruelmente al resto de los bañistas a épocas lejanas, provocando dolorosas melancolías.
Elaborado por el articulista con idea de erradicar de nuestras playas y piscinas aquellas cosas que podrían hacer llorar a todos los presentes, este listado no incluye tantas reliquias como desearía, pero señala el camino a seguir para actualizar nuestro equipaje estival al año 2014.
A saber:
- Manguitos de Coco, de Barrio Sésamo. Nunca te fíes de unos manguitos protagonizados por alguien que no puede meterse en el agua.
- Toalla de playa promocional Yoplait color teja años 80. Sin ella, no había playa.
- Camisetas blancas con mascota Curro de la Expo 92. Ha habido tiempos mejores en el diseño de camisetas.
- Frisbee azul leche RAM años 80. Numerosas marcas se sumaron entonces a la guerra contra los bañistas pacíficos armando a los suyos con esta clase de artefactos.
- Lancha hinchable de Naranjito. Año 1992. Estoy seguro de que ya no está homologada por todas las normativas europeas.
- Cualquier cosa de Naranjito.
- Sombrillas promocional chicles Boomer.
- Pelota hinchable Nivea azul oscuro años 70. ¿Cuándo pasamos de la pelota azul Nivea al bikini de Ana Obregón como símbolo del verano?
- Visera de cartón Tri Naranjus años 60. Muy práctica para submarinistas.
- Juego de palas marca Camel. ¿Deporte y cigarrillos? Políticamente incorrecto.
- Palas de playa Colgate. Raqueta verde fosforito. Años 80. Qué tiempo tan feliz.
- Parasol de cartón para el coche, regalo cortesía de Kodak. Sin él, podías perder la huella dactilar al tocar el volante después de cuatro horas de playa.
- Balones de plástico Super Tele, que reinaron a finales de los 80. Muy desconcertante para porteros. Tenían la virtud de coger el efecto que les salía de las pelotas.
- Monedero colgante cilíndrico para playa. De cualquier marca y cualquier década. Especialmente: Nenuco años 80 y Winston años 90.
- Flotadores burbuja color rosa. Sin ellos no hubo infancia. Hubo.
- Llavero o pin mascota Pelegrín del Xacobeo 93. ¿Para qué quieres esto en la playa?
- Bolsa isotérmica Pryca. Antaño, elementos de ciencia ficción. Hoy la playa además de bolsas isotérmicas tiene algo de arena y algo de mar.
- Cualquier sombrilla de playa con flecos blancos.
- Cualquier sombrilla de playa con flecos amarillos.
- Cualquier sombrilla de playa con flecos azules.
- Cubo de plata de hojalata. En general: cualquier cosa de hojalata que no sean pendientes de los hippys. No requiere comentario.
- Nevera roja y blanca con botón lateral para abrir. De cualquier marca, especialmente Coca Cola años 80, y Dan’Up años 70.
- Nevera Pepsi color blanco con logotipo anterior o igual al presentado en 1973.
- Cometas de playa con mascota Kobi de JJOO Barcelona 1992. No vuelan.
- Cualquier modelo de neverita azul, promocional o no, de fabricación anterior a la segunda legislatura de Aznar. Las modernas se distinguen porque son modernas.
- Cambiador individual. Motivos marroquíes. Se vendía en mercadillos años 90.
- Silla de playa “director de cine”. A menudo con tela a rayas blancas y azules. Con o sin lamparón de café.
- Latas de regalo de Cola Cao para galletas. Años 60 y siguientes.
- Artefacto playero pionero en la siembra de intranquilidad costera que respondía al nombre vintage de Bolaloca. Su promotor sigue en busca y captura.
- Fiambrera Magefesa años 70. Un clásico que ya resultaba retro en los 80. Advertencia del autor: he visto una este verano junto a una sombrilla de Naranjito. Precaución.
- Chanclas color azul y blanco con franjas azules, Adilette años 80. En realidad, siguen estando bien.
- Cangrejeras color carne. Atraen a las medusas y tiburones.
- Colchoneta hinchable azul y roja, especial verano de 1988.
- Cometa de playa anterior a la segunda guerra mundial.
- Avioncitos de playa Günter con su correspondiente goma para efectuar el lanzamiento. Se los comerá alguno de los monstruos que los niños de ahora llevan a la playa.
- Alerón setentero en el coche acompañado de pegatina gigante “Turbo” en la luna de atrás. Lo siguiente es ir a la playa en la furgoneta del Equipo A. Aviso.
- Traje de baño varón que cubre el 70% de la pierna. Festival de colores: predominan el naranja y el negro. De inspiración rapera, carece de sentido: los raperos no van a la playa.
- Perrito, gatito, o ranita con cabeza basculante para bandeja de coche. No es exclusivo del verano, pero destaca más en esta época. Los modelos del 2013 son igual de inadmisibles que los de los 70.
- Gorra promocional desteñida de la antigua marca Continente.
- Bolsa de juegos de playa de redes verdes y rojas modelos años 40. Ideal para quedarse en casa.
- Reloj digital sumergible –pero poco- color negro, último grito en 1984. Treinta años después, sigue estropeándose en la piscina.
- Flotador “Vamos a la playa” años 60. Pone a llorar a las abuelas.
- Mítico walkman Sony o Sanyo década de los 90. No sirve para hacer llamadas ni sacar fotos.
