“Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”
(Francisco de Quevedo y Villegas).
Por un instante pensé que esta perspicaz política hubiese leído la obra de “Cristóbal nonato”, de Carlos Fuentes. Aquel Cristóbal, que, aún dentro del útero materno, cavilaba y monologaba, sobre las realidades del mundo exterior. Si ello fuere así, no cabe duda, que el relato ficticio es superado por la realidad. No encontrando más fórmulas para defender su ideario antiabortista, estos candidatos, pues, debo incluir las pasadas declaraciones de Adolfo Suárez Illana, largan embarazosas propuestas. Y la de señora Díaz Ayuso es acreedora de un máster por la University Harvard-Aravaca. ¿Copiaría de las chuletas que le pasó Pablo Casado?
Intentaré sintetizar con denodado esfuerzo, la propuesta arrojada: los nonatos poseerán los mismos derechos que los nacidos. Formarán ya parte de la unidad familiar. En su vida intrauterina serán beneficiarios tendrán ya asegurada plaza escolar. Y para aliviar el gasto familiar, ante la precariedad laboral existente, mientras no dé a luz la mujer embarazada, la familia gozará de ventajas fiscales. Habrá colas en Hacienda, y en el mercado farmacéutico, habrá un exceso de oferta en preservativos y la “píldora”, y en contra, una creciente demanda del Predictor Early y demás marcas de test del embarazo.
¿Y si el nonato no llegare a nacer, devolvería esas ayudas? Fue una de las preguntas de un asistente aguafiestas en aquella reunión. La respuesta fue más embarazosa que la embarazada propuesta. “No lo he pensado…No lo tengo claro. A la hora de solicitar plaza evidentemente no, pero a la hora de expedir el titulo de familia numerosa lo sopesaré”. ¿Sopesará lo que no existe? ¿Modificará el art. 30 del Código Civil? “La personalidad se adquiere cuando el nacido vivo lleve desprendido enteramente del seno materno 24 horas”. Los derechos los adquiere quien es persona. Pero, ya se sabe, estamos en campaña electoral: aventar ideas peregrinas de políticos singulares.
Mujer, si me lees, aparta de ti la tocofobia, si piensas en el presente aciago, que heredarán tus hijos. Isabel de Los Madriles, que no es la de las Conservas Garavillas de O Grove, con la que comes hoy, tiene un plan protector para ti, tu compañero, y tu nonato. El bautizo y la primera comunión, corre ya, de entrada, por cuenta del PP. Tú decides, después, no te lamentes, por no parir. Abandona la plancha y la colada, y en cuanto puedas, corre hacia el dormitorio. Allí te espera tu marido, su bálano ahíto de testosterona y sin chubasquero, para gozar, no de la cópula pecaminosa, sino de las prontas ayudas, merced al cigoto concebido. Bisa el embarazo las veces necesarias para llegar a lograr un premio más gordo que el de Lotería de Navidad.
