Cartas al director

Antonio García, "como en casa"

Amig@, el superior provincial de los Dalesianos de la Inspectoría de Santiago el Mayor y el señor obispo de Ourense acaban de nombrar párroco de la parroquia de María Auxiliadora de nuestra ciudad al salesiano Antonio García Martínez. El superior provincial lo envía con la finalidad de que todos los feligreses se sientan en la parroquia “como en casa”. Y el señor obispo, con el objetivo de “buscar y recorrer juntos nuevos caminos que nos lleven al encuentro con Cristo”. 

Antonio es salesiano desde los 18 años. Se ordenó sacerdote en Salamanca el año 1972. Es licenciado en Teología y en Ciencias de la Imagen. Estudió y trabajó dos años en París. Fue consejero provincial durante un sexenio. Desempeñó el cargo de director en las casas salesianas de Vigo-María Auxiliadora, Madrid-“La Pagoda”, León-Casa Inspectorial, Valladolid-Pajarillos y, en estos momentos, Ourense-Ciudad. En Valladolid fue también párroco en la parroquia salesiana en dos ocasiones. Antonio es leonés de nacimiento; de formación, salmantino; de perfeccionamiento, madrileño; de proyección, parisino; y de vocación, gallego. Estos son algunos rasgos del nuevo párroco salesiano en Ourense. 

Como hijo que es de don Bosco, vive el espíritu salesiano, que encuentra su modelo en el corazón mismo de Cristo. Como hijo de don Bosco en Ourense, se sentirá ayudado por la comunidad salesiana de la ciudad y, en primer lugar, por los sacerdotes Xulio C. Iglesias, Ángel Tovar y Antonio Barreiro. Como hijos de don Bosco, tomarán la exhortación apostólica “Christus vivit” del papa Francisco como eje prioritario de la acción educativo-pastoral durante el nuevo curso. 

Como admirador que es del papa Francisco, sabe muy bien que el Pastor debe sentir el latido de su comunidad y “escuchar incluso lo que no es agradable de escuchar”. Sabe muy bien que debe ser pastor con la ternura de Dios. Con esa ternura que “usa los ojos para ver al otro, los oídos para escuchar al otro... y escuchar también el grito silencioso de nuestra casa común, la tierra contaminada y enferma”. 

Amig@, deseamos a Antonio un feliz comienzo en su ministerio de párroco de María Auxiliadora y de rector del santuario de Los Remedios. Y le pedimos que los muchos grupos parroquiales y la intensa actividad parroquial progresen adecuadamente durante sus años al frente de los mismos. Esperamos que Antonio, sus feligreses, y tú y yo nos encontremos en la parroquia “como en casa”.