Cartas al director

LA SEMILLA SALESIANA EN OURENSE

Amigas y amigos, el día 21 de noviembre de 1910 comenzaron los Salesianos a sembrar en Ourense. Con motivo de este aniversario, os recuerdo que aquel germen sufrió mucho, para poder fructificar. 

El 28 de octubre de 1910 salió de Santander el P. Salvador Fernández Pérez, obedeciendo a su Inspector, que le escribía desde Madrid: “…póngase en camino para abrir la Casa de Ourense…”. El 1 de noviembre partió de Vigo, acompañado por el director de aquella casa salesiana. Ese mismo día visitaron en Ourense al sr. Obispo y a don Juan Bautista Casas, quien “tuvo necesidad de sostener con los herederos del último marido de doña Carlota una cuestión que duró seis años”. 

En aquella “casa grandiosa”, antigua fábrica de curtidos, que legaba doña Carlota, no se disponía, en 1910, ni de una habitación dotada de las condiciones mínimas para poder pasar la noche. A los pocos días de la llegada del P. Salvador, arriban otros dos jóvenes salesianos: Miguel Mancho y Pedro Moraes, procedentes de Santander, el primero y de Portugal, el segundo. “Se compra una vaca de leche y se da principio a la vida de comunidad”. 

El primer problema de estos salesianos es “la lucha por la existencia”. La finca legada por Doña Carlota Vázquez –única fuente de ingresos a su disposición- se encontraba, al igual que la vivienda, en “condiciones verdaderamente deplorables”. La indispensable obra de adaptación de una antigua “fábrica de curtidos” en un modesto centro educativo, exigió innumerables sacrificios. Eran tantas las dificultades que, los superiores mayores de los salesianos, estuvieron a punto de cerrar la obra ya en 1911 y, un poco más tarde, en 1914. El 3 de enero de 1911 el director de la casa solicitó permiso al Rector Mayor para contraer una deuda de mil pesetas, con la finalidad de hacer frente a necesidades básicas: compra de muebles, vestidos y alimentos. 

La primera “clase elemental” empezó en el curso 1911-1912 con 40 alumnos, germen del actual colegio de 1.100 estudiantes. Comienza también entonces un pequeño “Oratorio festivo”, semilla del actual Centro juvenil Amencer. 

Amigos y amigas, el 21 de noviembre de 2022 damos las gracias a doña Carlota y a tantos ourensanos, que sembraron en la ciudad la primera semilla de Don Bosco. Admiramos a los primeros salesianos, que la regaron con gran trabajo y austeridad. Y aplaudimos a quienes hoy cuidan la buena semilla, que fructificó en un gran Colegio, un radiante Centro Juvenil, una próspera Parroquia, una amplia Fundación Juansoñador y una dinámica Asociación Deportiva Bosco.