Cartas al director

San Valentín del siglo XXI

Amigo/a, dice la leyenda que el sacerdote de Roma Valentín ayudaba a los novios a mantener su amor. Y lo hacía escribiendo lo que la novia analfabeta le pedía que escribiese a su novio; y escribiendo lo que el novio analfabeto le pedía escribiese a su novia. Sea esto verdad o no, lo cierto es que a san Valentín lo consideramos como el protector del amor. 

Que siga san Valentín del siglo III arropando el amor. Pero en la actualidad nadie promueve más la fiesta de los corazones que el papa Francisco. Comienza así su exhortación apostólica “La alegría del amor”: “La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia”.  Y el número 11 de dicha carta empieza: “La pareja que ama y genera la vida es la verdadera ‘escultura’ viviente capaz de manifestar al Dios creador y salvador”. 

En la actualidad nadie está más enamorado del mundo que el papa Francisco. Nos dice en el número 94 de la exhortación: “El amor no es solo un sentimiento, sino que se debe entender como hacer el bien”. Y más adelante añade: “Ser amable no es un estilo que un cristiano puede elegir o rechazar… El amor amable genera vínculos, cultiva lazos, crea nuevas redes de integración, construye una trama social firme”. 

El papa Francisco, san Valentín del siglo XXI, nos regala cada día ramos de flores que exhalan fragancia, frescura, ternura y amor. Estos días podemos perfumarnos, entre otros, con estos aromas de su mensaje: “Nunca hay que terminar el día sin hacer las paces en la familia. Para poder perdonar necesitamos perdonarnos a nosotros mismos. Nuestro Señor aprecia de manera especial a quien se alegra con la felicidad del otro. Los esposos que se aman hablan bien el uno del otro…”.

Amiga/o, nunca llegaremos a conocer a todas las personas que han recibido detalles de afecto del papa Francisco. Cuando bautizaba, no hace mucho, a 32 niños en la basílica de san Pedro de Roma, algunos llorando, exclamó: “Un niño que llora en la iglesia es una preciosa homilía. Dejad que los niños lloren y griten. Ahora bien, si es por el calor, quitadles un poco de ropa; si es por hambre, dadles de mamar aquí con toda paz”. Así es san Valentín del siglo XXI. 

¡Y lo vamos a nombrar, junto con san Valentín del siglo III, copatrono de Europa, para que ayuden, en su ingente trabajo, a los santos Cirilo y Metodio! Paz y amor.