Cartas al director

Urgente: "Yesterday"

Con licencia de J. Noguerol, “te cuento”: acabo de visionar el filme citado –alertado de ello por el singular crítico, Boyero- y, aún en plena ebullición, me decido a evacuar el impacto recibido, posponiendo lo que in mente me trabaja desde hace semanas –como no podía ser menos-, que no es otra cosa que la hedionda atmósfera política que nos rodea: pero esto puede esperar, ya que todo acontecerá según está prescrito en la inercia de los hechos, al margen de lo que uno pueda hacer, pensar o decir. Cierto que, con el cambio de tercio, paso a hacerle publicidad gratuita a la empresa comercial que proyecta la peli, de la que no es merecedora, siendo así que poca cosa podríamos ver los cinéfilos sino fuera por el cine-club Padre Feijoo, abocadas que fueron las salas Duplex al cierre a causa de un público infiel y cortoplacista que las sacrificó por el señuelo de otras salas comerciales –con mejores medios- que ahora sólo ofrecen títulos taquilleros, eludiendo el buen cine de menores expectativas. Me temo que nos van a hurtar una de las mejores, por inteligente, comedias que haya visto (cines Norte-Vigo: merece una escapada): “El cuento de las comadrejas”.

Me pierdo. Es el caso de “Yesterday” una buena idea de Richard Curtis, aunque el guión se sostenga sobre la base de un romántico idilio –quién no lo ha tenido-, con el único fin de reivindicar a los Beatles; tarea que ya justifica el empeño y creo que consigue en buena medida, si bien echo de menos no fuera algo más generoso en los cortes de los distintos temas, lo que produce algo así como un ‘coito interruptus’, salvo el final con la prodigiosa “Hey Jude” –lo que ya hubiera sido impío- sosteniendo los 5 largos minutos de los títulos de crédito; pero que el público, con esa manía de comenzar el desfile –desaprensiva para con quienes permanecen en el asiento-, se pierde y, con ello, el tiempo necesario para el proceso digestivo y de adaptación a la realidad que se necesita al abandonar la sala, luego de haberte sumergido en otra que supera, en general, a la cotidiana que te espera. Me pregunto: adónde van con tanta prisa… Puede que a ningures.

En lo que me concierne, sin duda influido por las propias vivencias, siento por momentos como la piel se "arrepía" y el vello se eriza, consciente de que en otros 50 años esta música seguirá siendo clásica, y me quedo con una sola frase del film: “El mundo sería peor sin los Beatles”. Salgo el último, con el personal de limpieza que abandona la sala, y me voy canturreando guturalmente: "Hey Jude… Hey Jude… Hey Jude…" hasta llegar al coche aparcado. De regreso a la aldea, al doblar O Picouto para iniciar el descenso a la Zamorana, una enorme y dorada media luna llena surge por las cumbres de San Mamede, y hasta me parece que vivo en un mundo apetecible… Carpe diem y no se la pierdan.

(P.D.: Pido perdón a quienes, expectantes quizás por el comienzo de la carta, esperasen una réplica del estilo J. Noguerol. Imposible: el duende lo tienen los elegidos.)