Cartas al director

Clases de Galego

n n n Sin darse cuenta hemos llegado al final de Semana Santa, sin olvidar que llevamos un año con el condenado coronavirus y lo que pueda avecinarse… Parece cómico, pero no deja tranquilo al planeta Tierra si reflexionamos sobre lo que ha pasado estos meses. Hoy te pregunto: ¿has aprendido algo?, ¿valoras cada minuto de tu vida?, ¿te crees invencible frente a esta pandemia?... Podría seguir, pero tendría demasiadas preguntas, más de las previstas. 

Estos meses han sido de locos, hemos perdido gente amada por coronavirus u otras tantas situaciones. Parece mentira, pero el dolor está ahí. Algunos/as entienden el sufrimiento de los que están intentando capear esta situación. Hoy muchos/as quisieran dar marcha atrás en el tiempo, poder volver a abrazar, besar, decir todo lo que ha quedo en el tintero y que no se ha dicho… Puede que demasiados/as no quieran ver que este maldito virus te arranca a los que quieres. No hay forma de parar algo que ha empezado. Simplemente confiar en esas vacunas, en la cordura de todos/as nosotros/as y que se hagan bien las cosas de una vez. Sigo pensando que cada día debemos poner un granito de arena para ayudar. Cierto que debemos sacrificar fiestas, salidas, estar entre la multitud. El momento es ahora. Puede que no seas consciente de la magnitud de todo esto hasta que te toca de cerca o te veas en medio de ello por tu profesión. Donde debes poner en práctica mantener la cordura, tranquilidad y que esas personitas vean en tus ojos que todo saldrá bien, aunque las cosas se puedan torcer un poco.

Somos un país que hemos salido de cosas peores. Hasta el punto de tener tanta creatividad que estos días se ha visto reflejado en los medios de comunicación. Las fantásticas ideas de ciertos personajes para saltarse el cierre perimetral entre Comunidades Autónomas, llevándose en el coche la casa a cuestas, porque venían a disfrutar de las Rías Baixas. ¿De verdad pensaban que podrían pasar con un papel donde aparece escrito Sanxenxo con demasiadas “s”? ¿O venir a reparar el arreglo de fontanería momentáneamente con la familia al completo, incluyendo el perro, el hinchable de cocodrilo, cubos, palas… dentro del coche? Solo puedo pensar que la próxima vez aprenderán a pronunciar mejor “Sanxenxo” u optar por unas clases de gallego.