Cartas al director

Feliz, prudente y hagiográfico cumpleaños

Alguna vez, porque la he leído en manuscritos familiares, irrumpe en mi ya cuarentona memoria, la frase escrita: “El que recuerda será recordado”. Hablando desde la emoción, cargada de matices de oscuridad, provocada en muchos de nuestros lectores por el transcurso de este singular año, pienso en el sobrio cumpleaños que le espera a mi hija mayor, tal día como hoy. Sobrio por la distancia y el estado en el que está todo. Papá trata de guardar esa porción de espacio , como tantos compañeros de trabajo que siguen significándose ante este maldito virus y se preocupan de no exponer a sus seres queridos. Por otra parte, los abuelos, que siempre han estado ahí, este año sufren el frío, pero necesario, protocolo de la distancia interpersonal. El soplo de las velas de una tarta se torna en un gesto casi obsceno y el juego entre compañeros es violentamente intangible, cuando no, virtual.

Puedo contarte, hija, que naciste el mismo día que mi padre, tu otro abuelo, al que conociste, únicamente, por fotos. Y al que le hubiese encantado disfrutar tanto con tu hermana, como contigo. Y, por supuesto, con la cercanía propia del amor suscitado por ese lazo familiar. No te quepa duda. 

Hoy no es un día cualquiera. Y mucho menos, para un médico. 

En ocasiones, te he contado la historia de los Patronos de la Medicina, Cosme y Damián, artífices de “milagros” tan impactantes como el trasplante de una pierna (aunque hoy en día, con el Doctor Cavadas, semeje no tener esa categoría tan épica). Eso es. Los médicos no hacemos milagros. Tan sólo, nos podemos jactar de compartir un “milagro” con los Santos Cosme y Damián. Y se trata de la capacidad de aguante ante tanto suplicio y adversidad, como llevamos soportando en los últimos meses. De nuevo, salvando las distancias del martirio padecido por estos hermanos protagonistas de santoral, aquí seguimos hasta que a algún mandatario se le ocurra la receta definitiva de cortarnos la cabeza (como tristemente hicieron con ellos). Poco queda. Es entonces, el momento en el que ya sólo cabe el recuerdo. Recuerdo de lo que se maltrató y ya no es…

Resulta asombroso verte cumplir… años y medidas. Recuerda que atrás quedan los que no han podido seguir cumpliendo años, porque otros no han cumplido las medidas o han tomado nefastas decisiones.

Y aunque el tono de este “ripio” no sea todo lo festivo que debiera, Feliz y prudente día de San Cosme y San Damián. ¡Ah! Y Feliz Cumpleaños, cariño! (Que se me olvidaba).