Risas frescas. Tantas leguas mar adentro, ojos vivos y perfumes de Posío. Miña casiña… meu lar!
Una fría mañana del 22 de enero quisiste dormirte y despertarte en el cielo. Allí nos daremos un gran beso, como solíamos hacerlo en la Tierra. Quería decirte muchas cosas; quiero, pero no puedo. Es tan grande la pena que tengo, que no me salen los sentimientos; están tan profundos… lágrimas, recuerdos, cariño. Estuvimos tan cerca una de la otra… desde pequeñas y todo un Bachillerato en nuestro inolvidable instituto. Tú, matrícula de honor, aunque estudiabamos juntas. Yo era más vaga, más de teatros, radio…
Lo que hacíamos las dos, impecables, los trabajos. Libretas, dibujos, títulos… los contenidos. Me hacías estudiar. ¡Gracias, Sabelita! Quererte fue fácil. Más de 80 años siendo amigas, siempre juntas, siempre; como diríamos hoy: empáticas con profesores compañeras-os, con todos los cursos, con todo el mundo. Y que bien lo pasamos. Posío , Pompeo… Pasillos… Radio Orense o dar una escapada al Paseo”, a dar “unha voltiña”. Tu casa, aquel bonito chalé: “Villa Julia”, por la rúa enfrente del Auditorio, la carretera que va a San Francisco, cementerio.
A túa inesquecible e querida familia. A mamá Isabel, dándonos a merenda; o papá Laureano, amoroso, colléndonos a froita das árbores da finca. Tua nai, doña Julia, estupendísima insinante, explicándonos o que non sabíamos. D. Xesús, teu pai, cercano, boa persoa. Teus irmans… Sosa, un bico; Felucho, unha aperta; Amparito, agarimos. Para as túas cuñadas lembranzas, sobriños e demais parentes, nosa cercanía. J.Mª. Martinón, Isabel Serrano Castro e netos José M.ª e Xesusiño Martinón Martínez, Angel y Alvaro Martínez Serrano. Para ti, Sabela, queridísima Sabela, non teño palabras. Noraboa por ser como eres. Filla única, sempre pendente da tua nai, pola tua cercanía e amiga de facer o que sexa con tal de axudar. Non cambies nunca.
Isabelita, sempre na ialma. Esquecerte, imposible.
Co sentimento e cercanía de toda esta familia.
