Cartas al director

Votante gallego frustrado, desde Australia

El 10 de julio me llegó la notificación de la Oficina del Censo Electoral para poder solicitar el voto en las elecciones al Parlamento de Galicia 2020: “Si desea votar en las elecciones que se celebrarán el día 12 de julio de 2020 debe solicitarlo, no más tarde del 13 de junio de 2020.”

¿Cómo se supone que puedo solicitar antes del 13 de junio algo de lo que me informan el 10 de julio? ¡Va a resultar que para votar en las elecciones cuando uno reside en el extranjero hace falta una máquina de viajar en el tiempo!

Y esta no es ni la primera ni la segunda vez que me pasa esto, y dudo mucho que yo sea el único ciudadano español residente en el extranjero al que le sucede lo mismo, de forma reiterada.

Por lo general, la notificación llega con uno o dos días para reaccionar, lo cual ya es lo suficientemente agravante, o uno o dos días tarde, cuando ya ha pasado el plazo de solicitud del voto, lo cual es tremendamente irritante.

Y lo mismo tiende a suceder con las papeletas y los sobres. Ya me ha pasado varias veces que consigo enviar la solicitud a tiempo, pero las papeletas llegan unos días tarde, con lo cual tampoco acabo pudiendo votar.

Lo irónico de mi caso es que soy profesor universitario de ciencias políticas, y doy un curso sobre ciudadanía y globalización, donde estudiamos, ente otras muchas cosas, la importancia del voto, las estrategias para impedir el voto, y el voto de residentes en el extranjero. Ya no es la primera vez (y por desgracia dudo que sea la última) que acabo convirtiéndome en un estudio de caso para mis estudiantes de cómo se puede frustrar el voto a ciudadanos residentes en el extranjero.