Cartas al director

El peligro de la “comida” ultraprocesada

Lo vemos constantemente: en la entrada de los supermercados, en nuestras redes sociales y en anuncios de televisión. Estamos rodeados de publicidad que nos induce a consumir “comida” nociva para nuestra salud.

¿Se acuerdan cuando, hace unos meses, se lanzó un vídeo donde una dietista-nutricionista recomendaba las opciones más saludables que ofrecía una conocida cadena de “fast food”? La reacción del público no fue la esperada por la empresa y esta no tardó en retirar el vídeo de Internet.

Esto me recuerda a cuando, en plena década de los años treinta, las grandes marcas de tabaco utilizaban a los médicos en los anuncios publicitarios, quiénes, a su vez, alegaban que su consumo no era nocivo para nuestra salud.

En los últimos años, hemos escuchado hablar de batidos Detox, dietas milagro y productos light y bajos en calorías. Carlos Ríos, el autor de “Come comida real” y el creador del movimiento Realfooding, propone algo mucho más simple: volver a los hábitos alimenticios del pasado, esto es, a la comida real, a esos potajes y cocidos tan ricos que preparan nuestros abuelos.

Todo esto sería mucho más sencillo si los organismos oficiales se encargaran de regular este tipo de publicidad y destinar más recursos a la educación nutricional. Tenemos que dejar de subestimar el peligro que conlleva, para nuestros organismos, el consumo de estos productos ultraprocesados.