Cartas al director

La exigencia académica

n  n  n Hace unos días terminaba leyendo en la prensa la lista con la media de las mejores notas de los colegios gallegos, solo dos ourensanos, y eso da que pensar. Es cierto que la pandemia ha afectado de forma ostensible la forma tan abrupta en la que se terminaron las lecciones. También es cierto que a los niños, y estudiantes en general, les ha afectado de una forma más intensa, sobre todo a los de más temprana edad. Y es cierto que segundo de Bachillerato es un curso muy complejo debido a la dificultad de la materia, pero, sobre todo, a los tiempos tan sumamente cortos en los que se mueven los profesores y estudiantes. No obstante, eso no es excusa ya que todos han tenido exactamente el mismo tiempo.

Nuestros jóvenes no son más vagos que nuestros abuelos. No son más vagos que nosotros mismos. No son una generación de maleantes, ni una generación de nihilistas desinteresados. 

Y los jóvenes ourensanos no son menos trabajadores que el resto de los gallegos. Ellos no tienen culpa, somos nosotros, padres y comunidad educativa la que les pedimos menos. 

Nada más.