Cartas al director

Julio, y sin noticas

Tras la fiesta de la democracia, toca bajar al barro de la realidad, y como dicen nuestros amigos los políticos, “solucionar los problemas de la gente”, pues ya se pueden poner a trabajar, y a marchas forzadas.

Estamos a mediados de julio y profesores, alumnos y centros formativos no sabemos cómo será el curso que viene. ¿Qué se va a hacer? Pues sinceramente hasta donde yo he podido informarme, nadie lo sabe ni tampoco puede dar una respuesta. 

Nadie nos podrá decir qué pasará cuando nuestros peques y no tan peques tengan que ir a clase. Existen rumores: que los alumnos se turnarán en semanas alternas para acudir a las aulas, que se contratarán más profesores y se pondrán más clases... 

Pero todo son habladurías sin sustento fáctico, y sobre todo, jurídico y presupuestario que haga estas quimeras, reales. En estas condiciones, los padres están muy preocupados, y con razón. 

Porque cuando llegue septiembre... ¿cómo se van a recuperar las materias no impartidas el año pasado? ¿Cómo van a ser las clases presenciales? ¿Cómo se van a asegurar las condiciones de higiene en los colegios? ¿Habrá más profesorado? ¿Qué va a pasar con los niños que no vayan a clase?

Estas son mis preguntas, pero fijo que el lector tiene otras interesantes que hacerle a la Administración.