Cartas al director

La gente feliz es más seductora

Nunca antes había reflexionado sobre los matices de la frase que da título a esta carta, hasta que la escuché en boca de la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en una entrevista a propósito de la presentación de su libro “A los que vienen”, dedicado a las nuevas generaciones.

Siempre he pensado que la alegría y la tristeza son estados de ánimo contagiosos, pero hasta ahora no los había asociado a lo emocional. Efectivamente la alegría atrae y la tristeza genera rechazo. Y es en la atracción donde juega su papel el fenómeno de la seducción.

Quizá por ello, la frase aludida se ha quedado un poco corta. Creo que sería más apropiado decir que “la gente alegre es más seductora porque es feliz”. 

Aunque, bien pensado, las personas seductoras no tienen que ser las más felices. Quizá, incluso podrían pecar de un exceso de vanidad, de un ego desmesurado o de algún complejo escondido. 

En definitiva, creo que la alegría, la felicidad y la seducción, aunque tengan cosas en común, en cada persona se manifiestan de un modo diferente.