Cartas al director

Irse por las ramas

Esta vieja expresión con la que nos referimos a las personas que divagan o que se enrollan más de la cuenta, parece más bien hecha a la medida de muchos políticos que hablan y hablan y no dicen nada. Y no dicen nada más que lo que quieren decir, que suele ser muy poca cosa. 

Y no lo digo por decir, que yo también me estoy yendo por las ramas y no era esta mi intención, porque no es de mí de quien quería hablarlos si no de quienes nos torean a diario, que cualquier excusa es buena para salir a la palestra y largarse un vacile de tres al cuarto. 

Disculparme si me he enrollado de más, porque solo quería hablaros de política, pero se me ha ido el santo al cielo y sin querer me he ido por las ramas. De eso, precisamente, de eso es de lo que quería hablaros, pero, por favor, no me lo tengáis en cuenta porque no lo he podido evitar, aunque no haya dicho nada.