Cartas al director

El matrimonio es una sociedad de responsabilidad

Ni limitada, ni anónima, en régimen de gananciales o en el de separación de bienes, las consecuencias derivadas del matrimonio, cuando hay hijos, representan un compromiso moral para toda la vida.

Sin embargo, en las relaciones de pareja puede haber muchos factores que las condicionen, pero ninguno de tanto peso como para que nos hipotequen de por vida, al fin y al cabo es una cuestión de prioridades, y eso ya depende de cada uno, de cómo queramos ejercer nuestra responsabilidad ilimitada a la que me refería al comienzo de esta carta.

Comentaba éste y otros detalles de la cotidianidad con una amiga, mientras comíamos en la fantástica terraza de Fortuny, en la calle del mismo nombre, en Madrid, que, por cierto tiene una cocina fantástica, unos encargados también “comestibles”, como son Iván y Carmen, y una bellísima camarera cordobesa que hace honor a su nombre y a unos ojos tan luminosos y penetrantes como no había visto antes.

Nos despedimos con un hasta pronto, y nos marchamos cada uno por nuestro lado, con la sensación de que habíamos arreglado el mundo.