Cartas al director

Nadal enfila Paris

Con las pilas puestas y enchufadísimo, Rafa pasó por encima de todo un número del mundo, Novak Djokovic, que había superado las eliminatorias anteriores con dificultad y en tres sets cada uno, sobre todo frente a Juan Martín del Potro en cuartos, quien le tuvo entre las cuerdas con dos bolas de partido en contra que el argentino no supo resolver.

 Con esta victoria Nadal, que se desquitó de su derrota ante Tsitsipas en Madrid, presenta sus credenciales como principal candidato a ganar en Roland Garros, y agrandar su historia en el mítico torneo, que ya ha ganado once veces y que, ganándolo de nuevo se adjudicaría la duodécima corona en el Grand Slam de la tierra batida, un récord espacial que posiblemente no se superará nunca.

Nota al margen. En el partido entre Novak Djokovic y Juan Martín del Potro  jugado de poder a poder, desde el primer punto, con una intensidad escalofriante, destacaron las malas formas del serbio durante todo el encuentro, con sus gestos y la manera displicente de coger y devolver la toalla y las pelotas a los ayudantes de pista, y la rabia desatada que le llevó a estampar su raqueta contra el terreno de juego, en un momento de impotencia. 

Ha tenido la misma reacción en su encuentro ante Nadal, pero esta vez al tercer intento logró romper la raqueta. 

En un gesto también muy desconsiderado hacia su rival y también  hacia el público, vota la pelota 18 o 19 veces antes de sacar, lo que resulta insufrible. De hecho, la Federación Internacional de Tenis creó una nueva regla, que se puso en marcha en el pasado Open de Australia, por la cual los jugadores disponen de un máximo de 25 segundas antes de sacar. Esta nueva regla surgió como consecuencia de una final en Miami entre Djokovick y Andy Murray, en la que el serbio votó 29 veces la pelota, ante la desesperación del inglés y de la grada.