Cartas al director

¡Qué nos queda por ver en política!

Posiblemente ya hemos visto todo lo que se puede ver en la escena política, una tragicomedia muy bien orquestada, con una “bandas” sonoras de primer orden, y un patio de butacas repleto de banderas y de comparsas entonando sus propios himnos.

El problema es que, como no hay uno, ni dos, sino tres partidos en el Gobierno, no hay nadie que se sepa el guión de la obra, ni mucho menos que se pueda adivinar su desenlace. El director de la orquesta brilla mucho más por su ausencia que por una presencia que pasa casi siempre desapercibida.

Aunque todos los partidos quisieran ocupar el centro, ya no se sabe si nos gobierna la  izquierda o la ultra izquierda, y si la oposición la comanda la derecha o la ultra derecha. Lo único que se sabe es que el único partido de centro se ha desintegrado por “amor” al arte.

La gente está más que harta del ninguneo a que les someten unos y otros, y ya no se creen nada venga de quien venga, porque hoy te dicen blanco y mañana negro, sin el menor atisbo de rubor. El descontento y la desconfianza están tan generalizados que se prevén sonadísimas abstenciones en próximos comicios, situación muy problemática en democracia. Los más optimistas creen que se llegará hasta el final de la Legislatura, pero lo que no se sabe es de qué manera.

Los más pragmáticos seguimos pensando que la única respuesta positiva se encuentra en la práctica inteligente, pero sería pedir demasiado.

¿Solución o quimera?, líderes políticos honrados, inteligentes y carismáticos. Premio a quien los encuentre.