Como consecuencia de los efectos de la pandemia y de las medidas sanitarias restrictivas que estamos padeciendo se ha generado un debate social de gran calado entre los que defienden que la salud de la economía es esencial, para que la sociedad “respire”, y los que consideran primordial preservar la salud por encima de cualquier otra consideración.
Ambas posturas están claramente enfrentadas y muy especialmente cuando se trata de los sectores más castigados por la crisis, como el comercio, la hostelería y el turismo que son lo que más sufren con las restricciones. Y no solo ellos, si no, también, de forma indirecta, otros muchos sectores, ya que, de una u otra manera, los efectos económicos terminan por afectarnos a todos.
Este es, precisamente, el gran debate público. Por un lado lo que recomiendan los expertos, por otro lo que deciden los políticos, y las consecuencias que generan. Un gran debate, en el que estamos inmersos, y un grave problema de muy difícil solución.
Toquemos madera para que llegue cuanto antes una vacuna eficaz, pues de lo contrario nos espera un largo calvario de infortunios y desdichas.
