Parece mentira que estando en juego la salud de una población de varios millones de personas, tengamos que asistir atónitos a la lucha de poder entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno central por el control de la pandemia que se extiende como una mancha de aceite y que los responsables de ambos poderes no sean capaces de ponerse de acuerdo en la forma y manera de ponerle freno.
Hace tan solo unos días Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso tuvieron un fraternal encuentro largamente esperado y solo unos días después nos encontramos a los dos enfrentados de nuevo y a la Comunidad de Madrid víctima de este desencuentro.
No se puede entender que el ministro de Sanidad, ante el avance imparable del virus, recomiende el confinamiento total de Madrid, y que la presidenta de la Comunidad siga aplicando el criterio de hacerlo por zonas. Está claro que los dos no pueden tener razón. Y mientras exhiben sus diferencias, a los ciudadanos no nos queda otra que asistir a este decepcionante espectáculo de absurdas luchas de poder en unos momentos en los que lo único importante es evitar la expansión de la pandemia. Es desesperante saber que estamos en una situación límite y que los responsables no aparquen sus diferencias.
