Como consecuencia del documental seriado que está emitiendo semanalmente Tele 5 en horario de máxima audiencia y que está alimentando su programación a todas las horas del día, se ha producido un debate en el que estamos participando, de un modo u otro, todos, unos a favor y otros en contra, pero todos, prácticamente toda la sociedad, todos estamos inmersos en él, queramos o no, porque a todos nos afecta o nos ha afectado en algún momento de nuestras vidas.
Llevamos muchos años, demasiados años, mirando para otro lado, como si no fuera con nosotros, y ahora, de pronto, y como consecuencia del citado programa, se está poniendo encima de todas las mesas un problema del máximo nivel de importancia, que sigue enquistado en nuestro tejido social, porque han sido muchos años, demasiados, de oscurantismo y de silencio, de un drama humano, de una auténtica tragedia que a causa del “share” se está descafeinando, pero que debería significar un paso adelante a favor de las víctimas silenciosas de unos depredadores que siguen actuando impunemente, amparados por una sociedad y por unos responsables políticos que miran para otro lado por no reconocer la vergüenza de un sistema que no ha sido capaz de encontrarle solución.
