Cartas al director

La pandemia, la desconfianza y el anonimato

El uso generalizado de la mascarilla para protegernos del coronavirus es una medida sanitaria que ha llegado como consecuencia de la pandemia y parece que se va a quedar largo tiempo entre nosotros. Tenemos que hacernos a la idea de que salir a la calle sin ella es correr un riesgo innecesario y llevarla es también una garantía para los demás. 

Esto es así y no hay nada que objetar porque la salud está por encima de cualquier otra consideración, pero no es menos cierto que su uso indiscriminado supone un cambio sustancial en las pautas de comportamiento, en las actitudes y en la relaciones sociales, porque, evidentemente, nos protegen, pero también nos distancian. No somos la misma persona con o sin ellas. 

La pandemia no solo nos ha sacudido física y emocionalmente. También está generando un clima de desconfianza generalizado por el temor a nuevos contagios y por el anonimato que se esconde detrás de un objeto que oculta la mitad de nuestro rostro.