Cartas al director

Sigo el románico

Algún político, teniente Alcalde para más señas de Negreira, estará tratando de olvidar sus proféticas sentencias sobre el Románico pasado. Para gurú no tiene precio, lo mismo que como para político. Dicen, algunos dicen incluso que será candidato a la alcaldía. Pero para esto siempre hay adivinadores; no importa del signo que sea, lo importante es colocarlo en el punto de mira, luego ya otro, espantada la liebre, la recogerá mansamente. Sus afirmaciones, llenas de buenos sentimientos de que la gente iba a flipar con el esplendor y categoría que tal empresa solo era capaz de hacer, nos muestran su infantil inocencia. El fracaso fue estrepitoso en todos los sentidos de concurrencia, puestos y económicos. Incluso alguna Asociación echó el freno, incluyendo la patada.  

Me pregunta alguna gente la cantidad y calidad de gente que está en Protección Civil, -más que nada por la cantidad de conductores distintos del nuevo coche- del que es responsable de dicha Área este político que alardeaba, pavoneándose durante mucho tiempo, de que era Independiente, para rematar en pocos días en converso convencido.

Mi amigo, el más viejo de la parroquia, me dice, lo que su hijo le acaba de decir a su nieto que le está pidiendo un coche; que se meta en Protección Civil, ya que es la única manera de poder conducir un coche de alta gama, como él quiere, lo mismo que  conocidísimas celebrites parroquiales hacen.

También me dice, que es muy posible, que este calor que estamos padeciendo, tocando a uno aquí, al otro allá, sea la causa de las preguntas que se hacen ciertos psiquiatras y especialistas sobre la evolución y relación de la abeja asiática, con la denominada “Velutina mental” que estamos a padecer a nivel nacional.