Cartas al director

Presos incomunicados totalmente

Necesitamos abrazar a nuestros hijos ya. Por Dios... a nuestros padres, a nuestros maridos, a nuestros hermanos, etc.

No aguantamos más; esta situación es durísima, para ellos y para nosotros. El virus está ahí, es cierto, pero sólo hace falta ver las calles. La gente sigue en parques, tomando café en los bancos de las calles, y sólo hace falta ver los centros comerciales los fines de semana, las ferias, los mercadillos, las playas y demás sitios concurridos (están llenos de gente)

¿Creéis que es normal tener incomunicados a los presos tanto tiempo?

Ellos ya están cumpliendo su condena lejos de su mundo y de sus casas, pero nosotr@s, su familia, necesitamos abrazarlos. Y no que después de meses sin poder abrazarlos nos den 40 minutos a través de un cristal, donde no sintamos su calor, ni su desesperanza, ni un hombro donde llorar y soltar todo el malestar.

Ahora todo el mundo está ya pensando como hacer para juntarse con su familia en Navidad, pero nosotros solo queremos pasar un par de tardes con nuestros hijos, padres, etc. Si no pueden darnos eso, entonces ¿qué nos queda? Sólo pienso en que las residencias de ancianos, y los que están encerrados en instituciones o prisiones, se les apartó del mundo y nadie busca soluciones para ellos, sólo pensamos en las luces de Navidad, en las cenas familiares y en cómo no vamos a salir en fin de año. 

Pues yo me siento indignada, porque lo único que pedimos es poder pasar una tarde con los nuestros, lo necesitamos, por favor, no es ningún capricho. Ellos no están enfermos, pero si seguimos así enfermarán psicológicamente, ellos y nosotros también, y entonces todo será incluso peor.

Pedimos una solución para poder estar con ellos, aunque sea una vez al mes, lo necesitamos de corazón. Esto no es por vicio ni por hablar mal de ningún organismo, pero simplemente queremos que nos entendáis y a ellos también. Por favor, ruego que nos deis una solución.

Gracias y Feliz Navidad para los que puedan disfrutarla.