Aunque haya trabas en el camino, aunque no veas la luz al final del túnel, sigue. Aunque a veces las cosas se tuercen y parece que no hay solución, inténtalo de nuevo con más ahínco y mejor actitud.
A pesar de que las fuerzas y ganas no siempre sean las mejores, esfuérzate.
A pesar de que parezca que es el final, levántate, respira profundamente, sonríe y sigue. Porque merece la pena intentarlo, porque la vida hay que vivirla.
Deja atrás la negatividad, lucha por tus objetivos y no dejes atrás lo que te puede hacer feliz. Construye y reconstruye, renueva pensamientos, lucha en el presente y sueña por un futuro mejor. No olvides el pasado, sin él no estarías hoy aquí, aprende del camino realizado. Vive el presente de la mejor manera, disfrutando de los tuyos, de la gente de tu alrededor y sonríe cada día.
Mira al horizonte e imagina, no dejes de soñar. Cree en ti mismo, ten confianza en tu trabajo y esfuerzo, antes o después el fruto saldrá a la luz.
Sigue adelante, sigamos adelante (juntos) por el sendero de la vida.
