Cartas al director

Mares de chiquillería

n  n  n Son mares de chiquillería las que estaban preparadas y bien ensayadas ya de antemano antes de conocer la justa sentencia de los políticos catalanes incitadores a la rebeldía.

Lo que se ve en las calles no refleja lo que históricamente conocimos y entendemos como corriente independentista, nada que ver.

Uno se pregunta ¿pero qué hacen ahí todos eses mocosos? Una rápida reflexión nos aclara el porqué, los líderes viven de que ellos hagan jaleo, ellos hacen jaleo creyendo que los políticos les van a dar el oro por la cara, y se llevarán la sorpresa de que si no te lo curras nadie te regala nada.

Para cuatro maduros que se implican por convencimiento, el resto son chiquillos sin noción de la realidad histórica, han nacido acomodados y llevados en volandas por grupos de maleantes, sabedores que los “medios” les van a dar eco, se lanzan a tumba abierta contra las barreras de seguridad formadas por la policía.

El desafío y desprecio que hacen a las autoridades deja a uno entre la incredulidad y el asombro, caras tapadas, mochilas con no se sabe qué, arremetiendo contra los antidisturbios como si fueran muñecos.

Más de uno se flagela buscando un buen porrazo para posteriormente ir a mostrarlo a las cámaras que más tarde lo harán público y a las horas les colocaran la etiqueta de víctimas.

A la cabeza de la pirámide están los políticos que sin esas fuentes de las que beben no serían nada y todo este revuelo no tendría razón de ser.