Gonzalo Iglesias Sueiro escribió en uno de sus últimos artículos este párrafo que a mí me conmocionó: “Es patético observar el liderazgo de una adolescente que enarbola la bandera de la lucha contra lo inevitable en una operación de marketing diseñada por las multinacionales de la energía”.
Yo no pienso mal en concreto de ella, pero podría ser perfectamente un “Juan Nadie”, un personaje manipulado para diluir el verdadero problema en una vorágine de sensacionalismo. Si es real y existe algún tipo de conspiración, estamos ante un problema demasiado grave que ya no es solo la dejadez propia del ser humano. Un detalle más: utilizar niños o adolescentes es un recurso cinematográfico, novelesco y publicitario que en las últimas décadas ha funcionado muy bien para atraer a las masas. He oído mucho más en los medios el nombre de esa adolescente que el de científicos o propuestas concretas, y esa es la clave.
Los medios tienen una responsabilidad que es informar objetivamente, sin embargo se quedan muchas veces con la noticia superficial obviando lo verdaderamente importante.
Informar no es decir cosas espectaculares para tener más audiencia, informar es profundizar para enseñar y que los demás aprendan a ver la verdad. Por eso, Gonzalo, prefiero leerte a ti antes que a mil periodistas comprados o confundidos por el sistema. Yo sé que tú tienes una ideología marcada de toda la vida, de la que te debes sentir orgulloso, sin embargo también sé que sabes desafiarla cuando es necesario. Por eso para mí eres mucho más valioso que toda la palabrería intrascendente de esa adolescente salvadora del medio ambiente.
