Cartas al director

Una buena educación es sinónimo de libertad

Una buena educación es sinónimo de libertad. Y la norma debería de ser entre los educadores el tener una ética profesional mínima que garantice el libre pensamiento. 

De igual manera que los médicos se someten a las doctrinas hipocráticas, los educadores deberían de tener un código ético. 

Los distintos gobiernos estatales españoles durante muchos años han estado metiendo la cabeza debajo del ala como el avestruz, y el resultado ha sido que los niños en Cataluña son castigados por hablar en castellano; incluso en los recreos. Ahora el profesorado universitario de esta región que pide libertad para unos pocos se ha quitado la máscara del todo, y sometido o no por sus superiores, está vulnerando el derecho a la enseñanza de aquellos alumnos que no piensan como ellos.  

¿Qué pasara mañana; veremos a los médicos que dejaron de lado al señor Pedro Sánchez, dejando de lado también a los pacientes que no lleven la bandera adecuada como pijama?  

En algún sitio hay que poner la raya, la libertad no es libertinaje, y seguro que estos mismos ideólogos que piden arrojar bolsas de basura insultando al resto de los españoles, acabaran viendo como sus propios hijos los arrojan a ellos como basura cuando sean viejos. El civismo que enseñes a tus hijos te será correspondido.  

Una buena educación es sinónimo de libertad y un buen educador es el mayor garante de que esa libertad llegue al pensamiento. Todos los demás no son profesores, son basureros ideológicos, captadores de seguidores fieles como ovejas, y estos últimos suelen acabar como en toda nuestra historia; siendo cruzados religiosos, políticos, y del capital, de unos ideólogos oportunistas.