Cartas al director

Un espejo que hoy quisiera para mi pueblo

Italia siempre ha sido un espejo donde la sociedad española se ha mirado, para lo bueno y para lo malo. El mundo está lleno de italianos y de gallegos emigrados. Los italianos estornudaron por el virus y los españoles les seguimos con los mocos colgando.

Estos días me he enterado de que la sociedad italiana se ha percatado de que al monstruo político que tienen entre manos le sobran un tercio de sus parlamentarios, y por fin han conseguido sacarse unos 300 sueldos de esa espalda doblada por las crisis.

¿Y cómo han conseguido tal logro anti político? pues de la única manera posible en democracia, que es votando. Votando sobre algo concreto, algo realmente interesante, algo que sí concierne directamente al pueblo. ¿Tendremos algún día en España el derecho a votar lo concreto, o nuestros políticos seguirán secuestrando la verdadera democracia?

En España sobran tres cuartas partes de los políticos e instituciones, y el ejemplo lo hemos tenido en estos días. La comunidad madrileña y el Gobierno central se han reunido para sacar en claro que ni los unos ni los otros saben solucionar el asunto. La pelota salta de uno a otro tejado y nadie es capaz de bajarla. Lo que promueven es un consejo especial para comprobar que la comunicación entre los dos estamentos funciona. Ni siquiera saben comunicarse. Necesitan más políticos especiales para hacer de bisagra.

Hablando en plata: sobran políticos y faltan ideas. Y para decirnos palabras huecas no hace falta armar tanto revuelo mediático. Los subterfugios utilizados por los políticos de altura ya los conocemos todos. Frases como “se tomarán las medidas pertinentes” vienen a decir: “Haremos lo que nos salga de los p… c… o, s… c…”. Expresión a escoger según seas más o menos religioso, pero que vienen a decir lo mismo.