Cartas al director

Respecto al COVID-19

n n n Una de las imágenes que más me han impactado fue ver a un hombre tirado en plena calle sin que los transeúntes que pasaban a su lado lo socorrieran. Sucedió en la misma Wuhan y, pensándolo con frialdad, ni siquiera se puede considerar un delito por omisión del deber de socorro; pues este auxilio conllevaría el poner en peligro más vidas. La propia del caritativo y después las de los demás que se acercasen a este último.
Las sociedades asiáticas tienen unos valores que siempre he admirado. El ejemplo es el uso de la mascarilla no solo con el fin de proteger su salud sino también para proteger a los demás.
Quiero pensar que en Europa no somos racistas. Ver a alguien con rasgos asiáticos no nos tiene que hacer salir en estampida.
En mi vida por suerte solo una vez estuve a punto de quedarme a pernoctar en un hospital y cuando el médico me pregunto qué prefería yo no tuve duda alguna en decidirme por marcharme a casa.
No soy racista por ello con respecto a los médicos ni a los demás pacientes, pero sí quería poner espacio de por medio entre mí y los virus de los hospitales. No hay que huir de los asiáticos, pero en cambio sí que hay que lavarse las manos antes de comer. Parecerá mentira, pero he visto mucha gente entrando en restaurantes, sentándose a la mesa y sin ir al lavabo para lavarse las manos ponerse a comer un chuletón que no tocas, pero sí el pan que tienes al lado. Podría pensarse que las manos las traes limpias, pero ¿cómo has hecho para abrir la puerta sin tocarla? Todo esto que parece sacado de un manual de un esquizofrénico agudo en realidad es el consejo que te daría cualquier médico.