Cartas al director

Dirimir responsabilidades

Tras el gatillazo catalán, y para que no pueda decirse que Génova no conjuga el verbo dimitir, Pablo Casado anuncia dos importantes ceses: la sede y el pasado.

Y no solo eso, que si estuviera en su mano, también dimitirían más culpables: los medios, la Justicia, el CIS, la oposición…

¿Cree Casado que así dirime sus responsabilidades?, ¿qué gestos tan pueriles –mudanza, mutismo y balones fuera– evitarán que Vox se zampe su trozo del pastel electoral?

Si se actúa como Vox, para emularlo, se blanquea y alimenta al monstruo, y cuando se abren las urnas el votante escoge el original y no la copia. Y si no se destierran el atávico flirteo con la corrupción y el lenguaje exaltado ni se repudia y reconoce el error de la foto de Colón, los votos seguirán sin mostrarse. Igual que no se puede huir de la sombra, no se puede huir del pasado. Una organización debe asumirlo y, si no gusta, reconocerlo y cambiar de costumbres. Lo contrario es dar pábulo al viejo adagio: “Aunque la mona se vista de seda…”