Cartas al director

Los liberales

Eternamente contrarios a tributar, cuando vienen mal dadas claman ayudas al Estado para que gaste a espuertas. En el momento que es necesario subir impuestos, reprenden la inoportunidad y, cuando se forran, incitan a dejar fluir la economía. ¿De dónde piensan que sale el dinero? Con la precariedad laboral, lo mismo; nunca es el momento de revertirla y, cuando lo es, mejor que no se toque no vaya a ser que se líe.

Las bajadas impositivas a ricos y empresas, y los recortes del neoliberalismo acarrearon desigualdad y dolor. España recauda 7 puntos menos que la media europea. Confiemos que la nueva normalidad no sea la vieja injusticia de socializar las pérdidas y privatizar los beneficios, sino la de un Estado fuerte y equitativo. Porque proteger lo público para lograr el bien común, solo es posible mediante unos impuestos justos y solidarios que defiendan los derechos de todos frente a quienes piensan que solo ellos tienen derechos.

Y la próxima vez que clamen menos Estado, como ya hace el Partido Popular exigiendo un día bajadas de impuestos y al otro más ayudas y ERTE, debemos decirles que abandonen la demagogia; porque si algo caracteriza al neoliberalismo es hacer a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.