Cartas al director

“Los del fuelle”

Están prolifererando diversos “grupos musicales” con un significado más allá de lo que tradicionalmente solemos llamar “folklore”. En Maceda se ha logrado aunar diversos entusiastas de la música de ayuntamientos hasta ahora con intereses contrapuestos y formar un grupo musical, “Los del fuelle”, con el afán de divertirse y de divertir a la gente. La música y la estética han logrado descubrir intereses y afinidades, que hasta ahora han pasado desapercibidos, como son el sentido de grupo, la solidaridad, el proceso de vivir alegres la vida, ayudando a los demás con espíritu de servicio. Contra el miedo y el temor hay que impulsar la alegría de divertirse.

Uno de los componentes de “Los del fuelle” manifestó que todo el sacrificio que suponía horas interminables de ensayo, de reuniones, no lo haría por dinero. Son otras las motivaciones que impulsan y mueven a la entrega y a la dedicación por la música. Esta actitud debería descolocar a aquellos que piensan que la gente sólo o principalmente se mueve por dinero o el prestigio social. Existen, además, otras razones que unen a las personas, sin diferencia de clase o raza para, hacerlas más felices. Razones que convendría que los dirigentes sociales estudiaran para introducirlas en sus programas.

En esta tesitura histórica, llena de nubarrones y contradicciones, se necesitan nuevos impulsos renovadores que vayan a la raíz de los problemas, lejos de los populismos versátiles, y reconduzcan las energías sociales. Quizá el Estado y las grandes organizaciones sociales han dejado de ser el instrumento para educar a las masas y hacerlas felices. Habrá que buscar otras formas de organización para que las personas encuentren la alegría de vivir. Ser felices para hacer felices a los otros es un lema que hemos de recuperar en nuestra vida diaria. En el actual estado de fragmentación social hemos de buscar “ideas fuerza” que nos unan y que nos alejen de aquellas otro impulsos desintegradoras y destructivos. España es uno de los países que consume más analgésicos sin que ello produzca mayor alegría ni mejores índices de satisfacción social.