Cartas al director

Ser actual

Hemos de recibir con alegría que alguien que ha desempeñado un papel importante explique sus actuaciones. Seguir siendo actual forma parte de la lucha por la supervivencia. La historia tiene una función didáctica a la que no debemos renunciar.

La izquierda de los años setenta tuvo indudablemente un acierto muy significativo para la historia: superar una dictadura de cuarenta años y acercarnos a un modelo de desarrollo socio-liberal. Para algunos autores la izquierda, así, cierra una fase política, un periodo en el que los ciudadanos consideran que les corresponde a ellos determinar el tipo de sociedad y economía que quieren tener; era un tiempo en el que la gente tenía el convencimiento de que desde la política todo era posible, todo puede cambiarse. Esto no significa que la economía no tenga un papel importante, como diría un marxista clásico, pero la política es la instancia dominante. Sin duda la izquierda se dedicó a hacer política: cambiar las cosas. Hacer una nueva sociedad.

El neoliberalismo querrá ponerse a la cabeza de la ideología que sustituya al predominio de lo “político”. Ahora es el momento en el que lo económico quiere estar presente en las instituciones y las relaciones sociales. Han surgido nuevos partidos con el proyecto de estar más cercanos a las necesidades de los ciudadanos y tratar de resolver sus problemas. Este objetivo no se ha conseguido de una manera clara al no lograr la participación efectiva de la economía. Conviene examinar este asunto con algo más de detalle.

Los horizontes en los que ha de trabajar la izquierda han cambiado desde los momentos fundacionales. Estamos obligados a una reformulación de su misma identidad y formas de organización. El modelo industrial dominante pone en peligro la misma existencia del mundo. El frente de la ecología ofrece numerosos aspectos que no pueden dejarse a la iniciativa de la explotación del capitalista.

La actual desaparición del mudo rural supone un empobrecimiento radical de la sociedad. La izquierda ha de buscar formas de organización territorial de la población y procurarle medios de participación en la creación cultural. No se trata de crear en el mundo rural las contraindicaciones que han hecho del mundo urbano inevitable. Se trata, por el contrario, de “recrear” una nueva forma de convivencia en el mundo rural

Reinventar la izquierda requiere además de tener ideas impone saber presentarlas y obtener el consenso necesario para llevarlas a cabo. Quizá haya que reinventar la izquierda. Para ello, sin duda, se impone analizar el presente con visión de futuro.