Cartas al director

Sin educación sentimental

Las numerosas agresiones y abusos machistas producidos continuamente por parte de jóvenes o individuos, denotan que hay una gran carencia en cuanto a educación sentimental, más que sexual. Muchos niños aprenden en casa, a través de las tecnologías todo lo que creen saber del sexo, sin capacidad de distinguir lo real de lo ficticio o lo que es válido y aceptable.

Una educación sentimental complementa a la sexual, porque debería enseñar a reconocer las emociones y deseos ajenos sin violentarlos, a trabajar el diálogo, la empatía e inteligencia interpersonal. Además también cultivar las relaciones íntimas, en el sentido de trabajar como tratar al otro o como desea que le traten.

Debería ser fácil que la sociedad y sus representantes políticos se pusieran de acuerdo, dejando a un lado sus diferencias ideológicas por un momento, para promover una mejor educación de los afectos en familias y escuelas, además de un mayor control de los contenidos audiovisuales a los que tienen acceso los menores.