Cartas al director

Debate de párvulos

Me prometí a mí mismo no ver los debates electorales televisados, habida cuenta que la JEC con la connivencia de una cadena privada como Atresmedia, había acordado excluir a la formación política Vox y con ello a millones de españoles. Sin embargo, sintonicé con Intereconomía, cadena privada que al contrario que Atresmedia, dio turno y oportunidad de réplica a Vox y a millones de españoles. 

Lo que vi del debate fue cuanto menos calificable de pueril. Rivera, pasado de frenada desde el inicio del debate sabía que debía batir a Pedro Sánchez, al igual que Casado que una vez más demostró el gran abismo que le separa de los ciudadanos. Ambos trataron de acorralar a Sánchez y lo consiguieron en cierta medida, lo cual tampoco suponía una increíble gesta. Por su parte Iglesias estaba pero no estaba. Físicamente lució su peculiar look desenfadado e incluso grotesco cuando de lo que se está hablando es del futuro de un país, pero bueno el es así...el caso es que como diría Sabino Fernández Campo ni "estaba ni se le esperaba" . Finalmente el hombre de la noche, la estrella invitada casi a la fuerza y obligada por las circunstancias, apareció queriendo mostrar los aires de grandeza presidencial de los que han hecho gala el y su señora estos meses. Cualquiera diría que sabe lo que es ganar unas elecciones generales... Sánchez tiro de su habitual tono soberbio pero que no engaña a nadie, modulando la voz y haciendo gestos de más que no hacían más reforzar la tesis de la manipulación a la que estaban sometiendo a los espectadores. De hecho en una de esos giros rápidos de cámara, pillo al "amo" dando perspicaces órdenes a los lacayos y estos, en la persona del señor moderados raudo cumplieron los deseos del jefe. 

Los viejos partidos (PSOE, PP, C's y Podemos), la "casta" como diría el humilde y "vallecano" Iglesias dieron muestra, una vez más, de su bajo nivel, del abismo que les separan de los ciudadanos, de la burbuja en la que viven y de lo lejos que se sitúan de los problemas reales y necesidades de los españoles. 

Mi conclusión: Vox volvió a triunfar una noche más sin estar. Esto ya es imparable y la vieja guardia del Congreso no podrá evitarlo. España ha despertado y no sintoniza con los debates de la vieja y caduca política.