Juan Jacobo, un ourensano más entre los santos de la Iglesia

CANONIZACIÓN

El mártir franciscano nacido en Moire (Piñor de Cea) fue elevado a los altares en una ceremonia a la que puso broche final la Real Banda de Gaitas de Ourense estrenando una nueva composición.

El tapiz de los máritres de Damasco desplegado en la plaza de San Pedro.
El tapiz de los máritres de Damasco desplegado en la plaza de San Pedro.

Juan Jacobo Fernández, fraile franciscano martirizado en Damasco en 1860 y natural de la localidad de Moire, perteneciente al concello de Piñor, fue elevado ayer a la categoría de santopor parte de la Iglesia Católica como integrante de los mártires de Damasco, un grupo de religiosos y laicos de la iglesia maronita (la fórmula católica que se profesa en el Líbano y Siria) en una ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro, en Roma, acompañado por una representación de sus paisanos de Ourense.

El cardenal Marcelo Semeraro, prefecto del dicasterio para las causas de los santos -la oficina vaticana que estudia los méritos propuestos para que distintas figuras alcancen la santidad- comenzaba el rito indicando que “la Santa Madre Iglesia pide que se inscriban en el registro de los santos a estos mártires”. Y proseguía: “En un contexto de persecución, encontraron la muerte estos hermanos de los frailes menores -una rama de la orden franciscana- y tres laicos de la iglesia maronita”, continuaba Semeraro, afirmando también que “su tumba es hoy lugar de peregrinación”.

Exposición de las reliquias.
Exposición de las reliquias.

“En honor a la santísima trinidad, y para la exaltación de la fe católica, después de haber reflexionado largamente, declaro santos a los Mártires de Damasco”, completaba la fórmula el papa Francisco, elevando a los altares no solo a Juan Jacobo Fernández, sino también a Nicolás Alberca, Pedro Nolasco y Francisco Pinazo, otros tres religiosos españoles que acompañaban al ourensano en la casa franciscana de Damasco, “y establezco que en toda la Iglesia sean venerados”, concluía el rito el pontífice, situando al ourensano como el cuarto entre los santos de la iglesia católica nacidos en la provincia. Una fórmula que fue completada con la exhibición en San Pedro de las reliquias de los nuevos santos.

La Real Banda de Gaitas con monseñor Lemos al término de la liturgia.
La Real Banda de Gaitas con monseñor Lemos al término de la liturgia.

La ceremonia, en la que estaba presente una delegación española organizada por la Misión de Tierra Santa (otra rama de los franciscanos) en España, contó con la presencia del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y cerca de un centenar de participantes procedentes de Ourense, a cuya cabeza estaba el obispo, Leonardo Lemos; y también el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella. A término de la misma, la Real Banda de Gaitas interpretó una pieza compuesta especialmente para la ocasión.

Concretamente, interpretaron tres piezas ante los fieles congregados: El Himno Antergo do Reino de Galicia, el Himno de la Alegría, y una pieza compuesta para la ocasión dedicada a los Mártires de Damasco, entre los que se encuentra el nuevo santo de Ourense.

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