“Me tengo que asear en el río pero en invierno el agua está muy fría”

P. Casteleiro / B. Iglesias

Publicado: 12 oct 2022 - 03:36

El bilbaíno Javier, que prefiere no mostrar su rostro, sentado en la calle del Paseo.
El bilbaíno Javier, que prefiere no mostrar su rostro, sentado en la calle del Paseo.

“Llevo casi toda mi vida en la calle”, afirma Javier, que pide dinero -o trabajo- en la calle del Paseo. Nació en Bilbao y recorrió España, pero se quedó en la ciudad de As Burgas porque le ofrecieron un trabajo en el campo. “No era lo que me habían prometido, pero no pierdo la esperanza de encontrar un empleo con el que sobrevivir”, señala.

Su estancia sobre el asfalto es tortuosa, desde que ocupa un bordillo sufrió varios infartos, padece problemas de la vista y el oído y le diagnosticaron epilepsia. “Aún no recibo ninguna ayuda para tratamientos ni tampoco para vivienda”, lamenta. Y es que Javier, igual que Plácido, no tiene techo.

Pasa los inviernos durmiendo en la calle, en las inmediaciones de la Cruz Roja o bajo alguno de los puentes, ubicaciones que encuentra más amables que los portales. “Tengo algunas mantas, un saco de dormir y una tienda de campaña que está medio rota. Con eso voy tirando”, explica. “Fui al hogar del transeúnte, pero solo te dejan estar tres días y luego te echan. No te permiten volver hasta pasados meses”, critica. Este sintecho cree que debería cambiar la normativa del centro, “aunque sea que habiliten más espacio en las afueras de Ourense, pero que no nos dejen así”, añade Javier.

Con el dinero que gana en la calle puede comprar comida para el día a día y jabón. La higiene para él supone un desplazamiento desorbitadamente mayor que el que acude a su cuarto de baño. En verano se asea en el río y en invierno le permiten acceder a Cáritas para lo mismo, dado que la temperatura del agua es demasiado baja al aire libre.

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