Esta edición de los Oscar de Hollywood se presenta como una de las más igualadas de los últimos años con cuatro cintas que presentan más méritos que el resto para llevarse el máximo galardón a mejor película que a mi juicio son: “1917”, “Érase una vez en... Hollywood”, “Historia de un matrimonio” y “Parásitos”.
Como en aquella película de Robert Altman esto es “El juego de Hollywood” y son muchos los factores que influyen en la decisión final que no necesariamente son el de la calidad. El sistema de votación hace que en algunos casos el resultado sea una sorpresa. Recuerden el año pasado en el que “Roma” era la favorita, pero el hecho de ser una película extranjera, de Netflix y estar nominada a mejor película extranjera hizo que la academia la votara en esta última categoría. Esto hizo que el voto se repartiera y “Green book” se llevara el galardón final.
Este año pasa algo parecido. En mi opinión, la mejor película de las candidatas es “Parasitos” pero es coreana y además la han nominado como mejor película extranjera. Si tenemos en cuenta que en los Globos de Oro, en el Círculo de Críticos de Nueva York y en el National Board of Review (NBR), que suelen ser el termómetro previo de por donde van a ir los Oscar, se llevó el premio a mejor película no inglesa, el resultado está casi cantado.
Entre las tres restantes, “1917” es la producción más completa que en lo técnico puede acaparar un montón de premios y en la que San Mendes, como afirma el crítico Juan Carlos González, parece hacer elaborado una innovadora y magistral forma de hacer elipsis. A mi juicio es la favorita. Sin embargo, Sam Mendes ya logró el premio a mejor director y película por “American Beauty”,y puede pesar en la elección.
“Erase una vez en... Hollywood” es una película nostálgica sobre un mundo que ya desapareció que seguro encantó a muchos de los académicos pero esa evocación ¿la convierte en la mejor película? En mi opinión es la más floja de las cuatro aunque recibió el premio a mejor película en los Globos de Oro y Brad Pitt podría llevarse el de mejor actor secundario con permiso de Joe Pesci.
Finalmente está “Historia de un matrimonio” que aglutina tres aspectos fundamentales para hacer una gran película: una dirección impecable, uno de los mejores guiones del año y unas extraordinarias interpretaciones (Laura Dern es la gran favorita).
