El verano está bien, pero no tiene carne ao caldeiro
Que sí, que el verano es muy divertido, con su calorcito, sus hombros al aire y sus chapuzones en la piscina… pero ¿y en la mesa? Durante los meses de vacaciones apetecen ensaladas, sopas frías y platos frescos, pero los que disfrutamos con la cuchara y el perol damos gracias a Dios por la llegada de los cielos tapados, las ollas borboteando y esos platos calientes que te dejan a la vez satisfecho, feliz y somnoliento.
Si eres de l@s nuestr@s, arremángate y prepárate: el frío ha llegado a Ourense esta semana, así que acompáñanos en este viaje por algunas de las delicias gastronómicas que ya podemos empezar a gozar:
Caldo | ¿Esta era evidente, no? La llovizna, el frío que se cuela por los resquicios de las puertas y las ganas de caldo son una única cosa. Patatas, berza, grelos, alubias, chorizo y unto se unen para formar el antídoto ideal al ambiente otoñal.
Carne ao caldeiro | Producto de buena calidad y mucha paciencia mientras se hace a fuego lento. Respetando estos dos principios básicos, la carne ao caldeiro será nuestro refugio frente a la lluvia y el frío.
Callos | Si es un día especialmente poco apetecible, unos callos son la opción sin fallo. Con base de tripa y pata de vaca, chorizo y garbanzos; un toque picante y un aporte calórico de aproximadamente infinita felicidad.
Guiso de choupas | Con patatas o arroz, este guiso tiene el superpoder de enamorar por igual a los más pequeños y a los más veteranos de la familia. Un plato económico y delicioso que ya podemos empezar a preparar sin miedo.
Cocido | Y, claro, lo mejor para el final. El rey de las mesas gallegas, una pantagruélica celebración de la vida que se derrama más allá del plato. Cerdo -todo-, patata, berza y garbanzos, ¿se puede pedir algo más?