Cine

5 reflexiones de Forrest Gump que siguen emocionando 25 años después de su estreno

Esta semana se cumple un cuarto de siglo desde que llegó a los cines la conmovedora obra maestra de Robert Zemeckis y Tom Hanks

Hay pocas películas que sean tan universalmente amadas como “Forrest Gump”. Tierna, épica y memorable a partes iguales, la tragicomedia protagonizada por Tom Hanks cumple esta semana 25 años desde que se estrenó en España, y lo hace sin perder un ápice de su fuerza.

La película sigue la inspiradora vida de Forrest Gump, un hombre de Alabama que, a pesar de encontrarse aquejado de una leve discapacidad intelectual, será testigo y actor decisivo de algunos de los momentos cruciales de la segunda mitad del siglo XX. 

Más allá del argumento, buena parte del alma de la película se ha mantenido vivo en la memoria gracias a las muchas reflexiones y frases que se quedan en el corazón. Recogemos cinco de ellas en un pequeño homenaje a la película que marcó a una generación.

Forrest gump aniversario

1 - Cuando Forrest Gump está explicando su primer encuentro con Jenny, la chica que se convertirá en el gran -y único- amor de su vida, lo describe así:

"Es curioso lo que un joven recuerda. Porque yo no recuerdo haber nacido, no recuerdo lo que me regalaron para mi primera Navidad y no recuerdo a dónde fui para mi primer picnic. Pero sí recuerdo la primera vez que escuché la voz más dulce de todo el mundo"


2 - Muchos años después, Forrest Gump decide declararse a Jenny, aun siendo consciente de que su matrimonio es imposible. Así lo hace:

"Sería un buen marido, Jenny, pero no te casarás conmigo. Yo no soy muy listo, pero sé lo que es el amor"


3 - Una influencia fundamental en la vida de Forrest Gump es su madre, que le cuida con ternura desde que es un bebé. Profundamente religiosa, uno de los consejos que ella le da se queda en su corazón durante toda su vida:

"Haz lo mejor que puedas con lo que Dios te ha dado"


4 - Tras pasar por el ejército, convertirse en un héroe nacional jugando al ping pong y pasar por algunos momentos especialmente traumáticos, Forrest Gump echa a correr. Siguiendo el espíritu de aquel mítico “Corre, Forrest, corre”, el protagonista relata así su periplo:

“Ese día, sin ningún motivo particular, decidí salir a correr un poco. Corrí hasta el final de la calle, y cuando llegué allí pensé que podía correr hasta el final del pueblo. Y cuando llegué allí pensé que podía cruzar el condado de Greenbow. Y pensé que, ya que había corrido tan lejos, tal vez podía cruzar corriendo el gran estado de Alabama. Y eso hice. Corrí a través de Alabama. Sin ninguna razón particular, seguí. Corrí hasta el océano. Y, cuando llegué, pensé que, ya que había llegado tan lejos, podía dar la vuelta y seguir corriendo. Y cuando llegué a otro océano pensé que ya que había llegado tan lejos, podía dar la vuelta y seguir”


5 - Dejamos para el final la que todos conocemos y recordamos. Esa frase que el American Film Institute sitúa en el puesto 40 de la lista de las mejores 100 citas del cine estadounidense. La concisa y profunda lección vital que le deja a Forrest su madre:

“Mamá siempre decía: “La vida es como una caja de bombones. Nunca sabes lo que te va a tocar”.

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